La producción de acero crudo durante 2018 acumuló un incremento del 11,6% respecto de 2017, mientras que diciembre resultó un 6,5% menor respecto a la de mismo mes del año anterior, de acuerdo al relevamiento de la Cámara Argentina del Acero.

A pesar de la mejora interanual, la entidad resaltó de las dificultades que atraviesan distintos sectores productivos que son demandantes natural de acero, «el sector tiene dificultad para exportar no sólo por las retenciones sino por la presencia del acero chino en mercados regionales».

En este contexto de variables internas y externas, la producción de acero crudo durante diciembre fue de 356.100 toneladas, es decir un 21,9% inferior a la de noviembre, y un 6,5% menor respecto a la de diciembre de 2017.

La producción acumulada de acero durante el último año fue de 5.161.800 toneladas, un 11,6% superior a la del año 2017 que alcanzó las 4.624.200 toneladas.

Por su parte, la producción de laminados en caliente de diciembre fue de 283.500 toneladas, un 25,8% menor a la de noviembre de 2018, mientras que en el acumulado anual fue de 4.763.500 toneladas, un 3,8% superior a 2017.

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La Cámara resaltó que en diciembre se observó una significativa caída de producción, tanto de acero como de laminados, producto de las paradas técnicas de alguna de las plantas productoras.

El informe al analizar la situación de los distintos sectores, destacó que la construcción continuó con su tendencia a la baja en diciembre, transitando una última parte del año con muy baja actividad.

«La falta de nuevas obras públicas sumado a la caída en las solicitudes de créditos hipotecarios contribuyó con el bajo desempeño que tuvo el sector a partir del mes de mayo», a pesar de lo cual «se empieza a vislumbrar un mejor humor en el mes de enero, esperando un repunte para marzo».

En lo que respecta al acero Plano, no vemos una caída tan pronunciada en Construcción, donde de hecho se sintió el ajuste recién hacia el último trimestre y finalizando 2018 con
caída del 7%.

El segmento automotriz cerró el año con un nivel de actividad similar al año anterior, con una leve caída del 1,4%, mientras que el mercado de maquinaria finalizó el año con un nivel de actividad muy bajo y se espera que a partir de abril comience a mostrar signos de mayor actividad por la nueva cosecha.

El sector de energía mantiene su demanda interna, motorizada por las inversiones en los yacimientos no convencionales de Vaca Muerta, mostrando una merma en los volúmenes exportados.

Finalmente, el sector de electrodomésticos fue uno de los segmentos que más sufrió durante la segunda mitad del 2018, ya que la desaceleración de la economía sumado a altas tasas de interés generó caídas de ventas, repercutiendo en la fabricación de estos bienes, con reducciones del orden del 25% al 30% respecto al 2017.