En un escenario crítico donde la industria argentina se encuentra en sus niveles más bajos por la caída el consumo, la falta de financiación y la brutal devaluación del peso como consecuencia de una fuerte crisis económica, el sector recibe de lleno los aumentos en las tarifas de energía eléctrica que desde el 2015 fue el 500 al 900 por ciento, sufriendo de esta manera, 9 modificaciones. Es decir, un aumento cada 4 meses.

A partir de febrero de 2016, año en el que se puso en vigencia la eliminación de subsidios a la energía (una de las primeras medidas del gobierno nacional de Cambiemos), la tarifa de electricidad se ha incrementado en modo considerable lo cual atentó directamente contra la competitividad de las industrias que utilizan la energía eléctrica como un insumo fundamental para la producción.

Vale tener en cuenta que la tarifa de la electricidad en Santa Fe venía incrementándose mucho antes de la eliminación de subsidios en 2016.

El Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso), elaboró un informe en el que se analizó la evolución de la tarifa de la electricidad de los usuarios Grandes Demandas de la Empresa Provincial de la Energía de Santa Fe (EPE) desde diciembre de 2015 a febrero de 2019 y la modificación de las boletas de energía eléctrica. Para ello, tomaron el consumo y en paralelo los aumentos en los precios sufridos por una industria plástica del sector autopartista y una metalúrgica de la línea blanca.

Si bien, el informe se desglosa en dos sectores, el aumento que se aplicó en ambos casos, desde diciembre del 2015, fue del 553%.

Según enunció el relevamiento elaborado por el Ceso, una industria plástica de la provincia de Santa Fe paga un 68% más de que dos meses atrás (diciembre de 2018). Es decir, en diciembre de 2018 pagaba una factura de $180.201 pero a partir de enero pagó $264.080 y tras el aumento de febrero pasó a abonar $303.574 (+$123.373 adicionales).

En diciembre de 2015 la industria plástica mencionada pagó de energía eléctrica $46.523 y en febrero de 2019 debe pagar $303.57, lo que sumó un incremento total del 553%.

Por otro lado, la factura que debió abonar una industria metalúrgica pasó de $850.130 en diciembre del 2018 a $1.036.226 en enero del 2019, y $1.265.608 en febrero del mismo año. Acumulando así, un incremento del 49% en sólo dos meses (+$415.478 adicionales).

En tanto, desde diciembre de 2015 a febrero de 2019 el incremento fue del 829%, significativamente superior a la inflación acumulada de 177%. Por lo cual, de los $136.202 que la metalúrgica pagaba en diciembre de 2015, se trasladó a $1.265.608 en febrero de este año.

Mientas tanto, para hacerle frente a los disparatados aumentos, las empresas se han visto obligadas a tomar un comportamiento defensivo bajando la energía, apagando las máquinas y suspendiendo turnos, lo que, se vienen traduciendo estos últimos años en una menor producción y menor cantidad de trabajo (como lo demuestra el último informe del Indec que señala que la industria trabaja a un 56% de la capacidad instalada). Sin embargo, existe un mínimo de energía indispensable para poder seguir funcionando que debe pagarse al elevado precio que fija la tarifa actual.

El gobierno provincial, por su parte, realizó anuncios la primera semana de marzo para extender la vigencia de subsidios a algunos sectores económicos para alivianarles el costo de la energía eléctrica, pero se trata de medidas puntuales que no modifican el costo de la energía para la gran mayoría de los sectores productivos.