La actividad industrial acumuló en el primer cuatrimestre del año un incremento del 2,5% y logró la suba más alta en los últimos cinco años para ese lapso, a contramano de los pronósticos de analistas y consultoras que, en general, esperaban una contracción.

El buen desempeño la ubicó incluso por encima del nivel de actividad económica general que creció 1,5 % interanual entre enero y marzo, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). En ese período, la industria subió 2,7 %.

Las líneas de financiamiento a tasa subsidiada que ofrece el Gobierno nacional, la agilización de las importaciones a partir del uso del swap con China, la robustez de la demanda local y la propensión al gasto e inversión privados en un contexto de alta inflación, son algunas de las principales razones que explican el crecimiento fabril, de acuerdo con el análisis de funcionarios, industriales pyme y especialistas.

La solidez mostrada por la industria cobra más importancia al tener en cuenta la compleja coyuntura macroeconómica, atravesada por una importante escasez de divisas a consecuencia de la sequía que desplomó las exportaciones agroindustriales.

¿Por qué creció la industria en un contexto que se preveía más negativo? En diálogo con la agencia de noticias Télam, el secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio de Mendiguren, respondió que “porque hay una decisión de estabilizar la macroeconomía desde el crecimiento y el desarrollo”, a partir “de una batería de políticas públicas activas para que el sector privado crezca”.

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En esa línea, el funcionario resaltó la importancia de los Créditos Argentinos (CreAr), al definirlos como “el programa de financiamiento más grande de la historia reciente, que puso a disposición 1 billón de pesos para que las empresas inviertan”.

Una de las principales amenazas para el sostenimiento de la actividad era y es la merma de ingresos de dólares debido al golpe que la sequía generó en la agroindustria, principal sector exportador del país.

Como resultado, la falta de divisas complica poder afrontar el pago de todas las importaciones que necesita la actividad para funcionar, lo que a su vez amenaza con detener el crecimiento económico de los últimos dos años.

En ese marco, el Gobierno viene trabajando en distintas alternativas para obtener las divisas faltantes, y el uso del swap de monedas con China para abonar las importaciones provenientes de aquel país fue uno de los instrumentos generados en los últimos meses.

El Banco Central (BCRA) informó el último jueves que “desde abril se autorizaron SIRA en yuanes por un equivalente de US$ 2.900 millones”.

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En diálogo con Télam, el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, resaltó: “El uso de yuanes fue muy importante para acelerar las compras a través del sistema SIRA. Todo aquello que pueda ser importado en moneda china es un proceso que sale más rápido”, afirmó.

De cara a lo que resta del año, de Mendiguren aseguró que “contra los pronósticos de muchos, creemos que la economía y la industria van a crecer”, y agregó que “la utilización de la capacidad instalada industrial, algo que muestra concretamente cómo estamos, se ubicó en abril 2 puntos por arriba de lo que fue el año pasado y está en 68,9%, el mayor nivel para un primer cuatrimestre desde hace más de siete años”.

En una sintonía parecida, Rosato descartó un escenario recesivo aunque postuló que puede haber una “desaceleración en el crecimiento” lo que, de acuerdo con su mirada, está atado a que “el poder de compra de los salarios ha caído por la inflación”.

El empresario remarcó que la demanda en algunos sectores industriales sigue siendo muy fuerte, lo que tracciona al resto, y mencionó como casos emblemáticos a los sectores automotriz y energético.

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El Indec mostró que la “Refinación del petróleo, coque y combustible nuclear” creció 14,4 % en los primeros cuatro meses del año, y los “Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes” subieron 12,3 %.

Las Industrias metálicas básicas también impulsaron fuertemente la actividad industrial, al subir 13,1 % interanual entre enero y abril.

Las mencionadas son segmentos clave porque tienen fuertes encadenamientos con una numerosa red de proveedores y producen derrames productivos y de demanda hacia otros rubros, impulsando también la actividad de éstos.

Sobre el tema, de Mendiguren resaltó que “la tasa de inversión hoy es del 17,3%, la más elevada de los últimos 14 años”, y remarcó que “el empleo formal en la industria lleva 34 meses de crecimiento”.