Por Aldo Battisacco

El gerente de la Cámara de la Industria del Calzado y Afines de Rosario, Alberto Serra, dialogó con Conclusión y manifestó que se produjo un incremento del 40% de enero a mayo si se lo compara con igual período del año pasado. Y señaló que los aumentos de costos en la producción representan un problema, lo que significa que esto se traslada a precios. Del precio de salida de fábrica se refleja al doble en el comercio».

Otro de los aspectos que conspiran contra la estabilidad de la producción «es la fuerte baja del poder adquisitivo que impacta en el consumo», que obliga a «fabricar menor cantidad de zapatos, y esto impacta en la producción local».

Según Alberto Serra, el impacto en la comercialización «es notorio puesto que se estima que la demanda cayó entre un 15 y 20 por ciento».

Sin embargo, hasta el momento «no afectó fuertemente la mano de obra», señaló el directivo.

«No hubo despidos masivos, si se pueden dar el caso de que se suspendan las horas extras por reducción de obras, renuncias y jubilaciones cuyos puestos no serán cubiertos», la causa se debe «a que la capacitación y profesionalización de un trabajador es costosa y el empleador trata de retenerlo», describió Serra.

El gerente de la Cámara del calzado local, informó además que en 2002 «se producían 27 millones de pares de calzado, en tanto que el último registro de 2015 arrojó un número de 120.000.000 millones de pares».

El tarifazo energético no afecto «tanto a los industriales del sector», porque la incidencia en «el costo no es mayor por el tipo de maquinarias que utiliza una tecnología que no la demanda», y agregó «que la ecuación resulta distinta si a esto se le suma el alza de costos de insumos y materias primas que mayoritariamente se cotizan en dólares» y «los fletes que se han incrementado».

Por último, Serra, expresó que «las expectativas del sector giran en torno a la normalización de las condiciones del mercado interno en cuanto a la capacidad de consumir», además «no hay exportación con un dolar anclado y el incremento de costos en dólares es imposible», concluyó.

Existen 2 mil fábricas y más de 85 mil puestos de trabajo. La manufactura del calzado tuvo en 2015 un año récord de producción, en el que llegó a 125 millones de pares.

No obstante, los fabricantes ven esta temporada como una prueba, y esperan el verdadero test sectorial para el verano.

A mediados de mayo, Alberto Sellaro, presidente de la Cámara de la Industria del Calzado se refirió sobre la caída de consumo en el rubro de calzado, y expresó en ese entonces que «hay una merma en el comercio, un 12 a 15% menos en la venta en el último mes» es decir que esta brecha se amplió un 5%, y que el clima frío favorecía las ventas».

Por otra parte, comentó que «resultaría si le abrieran el grifo a Brasil. Es un tema delicado, por eso no quiero aventurarme. A fines de junio tendremos una evaluación real de cómo se presenta la temporada primavera-verano”.

Sellaro aseveró que los industriales advirtieron al Gobierno que si las importaciones superan los 22 millones de pares, en la industria empiezan a caer los puestos de trabajo.