El trabajo registrado en la Argentina padeció el impacto de la pandemia, pero las estadísticas que manejan en el Ministerio de Trabajo de la Nación indican que otros países mostraron un mayor retroceso. La comparación no solo evidencia un saldo negativo menor cuando se establece por fuera de las fronteras del país, ya que la caída actual fue menor que la sufrida en 2019 durante la administración del expresidente Mauricio Macri, el peor año para los asalariados en relación de dependencia del sector privado desde 2009.

Abril fue el escenario más difícil para la economía nacional. Debido a la cuarentena estricta que decretó el Gobierno ante la aparición de la pandemia, apenas el 43% de la actividad económica del país estuvo activa, generando una fuerte destrucción del empleo formal ese mes (-1,7%).

Marzo mostró la misma tendencia, con una perdida de 0,7%, pero ya en mayo prácticamente no hubo variaciones en los puestos laborales privados (-0,1%). En junio finalmente los indicadores positivos retomaron su presencia en las estadísticas argentinas.

«En efecto, en este mes, la tasa de incorporación de personal a las empresas (tasa de entrada) alcanzó al 0,7, valor que, si bien permanece entre los más bajos de la serie, casi duplica la tasa de incorporaciones registrada los dos meses anteriores (0,4 puntos porcentuales)», indica el último informe presentado por el Ministerio de Trabajo de la Nación, que conduce Claudio Moroni.

Al mismo tiempo aclara que, «por su parte, la tasa de salida se mantuvo en el mismo nivel de mayo (0,8 pp), siendo los registros más bajo de toda la serie».

De esta manera, tal informó la cartera laboral nacional, entre marzo, abril y mayo se desvincularon del empleo formal del sector privado 149.000 trabajadores: son 320.000 en total los que dejaron de realizar aportes al sistema de seguridad social, incluidos los empleados públicos, monotributistas, autónomos y personal del servicio doméstico.

Por otra parte, en todo 2019 se perdieron 152.000 empleos asalariados formales. Es decir, el año pasado se produjo la misma destrucción de empleo formal que la verificada durante los tres meses de paralización de una importante parte de la economía argentina por la pandemia.

Claudio Moroni – Ministro de Trabajo

Igualmente, la pérdida de 149.000 trabajadores en tres meses equivale a una caída de 2,5% del empleo formal privado, la más alta desde 2002 para un trimestre, un número que se ubica muy lejos del 19,2% de caída de empleo formal privado de Canadá o del 13,8% de Estados Unidos para los primeros meses, una comparación que destacan desde la cartera que dirige Moroni.

En 2019, el empleo formal en la Argentina cayó también 2,5%, la baja más pronunciada desde 2009, año de la crisis financiera internacional donde se perdieron 155.000 empleos en relación de dependencia, una tasa de -2,6%.

Desde la cartera laboral destacan que «la Argentina pasó de ser el país con peor rendimiento laboral (empleo formal privado) de los países estudiados durante 2019, al que muestra hoy la mejor dinámica laboral durante la crisis provocada por el coronavirus”.

De esta forma, hasta el momento, la pandemia afectó en menor medida la dinámica del empleo asalariado registrado de lo que lo hizo el último período de gestión del gobierno de Mauricio Macri.

De acuerdo con los registros del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), el recorte del salario real en el marco de la pandemia equivale a la mitad de la caída verificada en 2019.

En mayo de 2020, el poder adquisitivo del sueldo medio del empleo registrado del sector privado cayó un 4% en la comparación interanual (este valor incluye el efecto del menor ingreso como consecuencia del recorte que sufrieron de los sueldos los más de 20.000 trabajadores suspendidos). En cambio, en mayo de 2019, el salario medio real se contrajo un 8,3%.

Respecto al empleo informal, la UCA estimó una pérdida de al menos 650.000 empleos “en negro” durante la pandemia lo que haría trepar la tasa de desocupación del 10,4% del primer trimestre (INDEC) a un 15,5% para el segundo trimestre.

Los números de la AFIP

La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) también tiene sus mediciones relacionadas al empleo registrado en junio. Según las estadísticas que maneja, en el sexto mes del año había 10.178.090 trabajadores registrados, lo que implicó una baja de 2,9% respecto de un año atrás, con unos 305.000 puestos menos.

Cabe aclarar que los datos muestran una recuperación del 1,45%, 145.646 puestos, en la comparación con mayo, un mes que para la AFIP -al igual que para el Ministerio de Trabajo- marcó un freno en la caída del empleo registrado.

El 2020 se había iniciado con un total de 10.475.829 empleados, de acuerdo con la información oficial. Luego se verificó una pérdida constante. En febrero, a 10,3 millones; marzo, 10,2 millones; abril con 10,04 millones y en mayo el piso llegó a 10.032.444 millones.

Las estadísticas demuestran que el quinto mes contuvo el mínimo de la crisis. No obstante, el escenario está lejos del que había en diciembre de 2019. En ese momento la AFIP tenía declaraciones juradas para el Sistema Integrado Previsional Argentino por casi 11 millones de personas.

Un tópico de momento no ha sido recuperable: el asociado a la cantidad de empleados que pagan los aportes a la jubilación, ya sea a través de sus empleadores o directamente como independientes.

En junio abonaron los aportes del SIPA un total de 7.417.099 millones. Fueron 1.260.000 menos que en el sexto mes del 2019 (-14,5%). 

En esa línea, la consultora Data Driven Argentina publicó que de ese total, el número de empleados en relación de dependencia que no registró pago bajó 20% (1.190.000), mientras que el pago de los autónomos se desplomó en unos 16,7% (165.000). La cifra se compensa con un incremento de 87.000 monotributistas (+4,8%).

https://twitter.com/ArgDriven/status/1295842893626834955