SáBADO, 30 DE NOV

El dólar digital es «inevitable» y se lanzaría entre 2025 y 2030

Además de eliminar los costos asociados a la impresión y el transporte, permitirían modernizar la infraestructura e incrementar la velocidad de los pagos, y ampliar la inclusión financiera hacia los no-bancarizados.

La Reserva Federal estadounidense (FED) lanzaría la versión digital del dólar entre 2025 y 2030, según nuevas estimaciones del Bank of America.

La emisión de un dólar digital, respaldado por la FED, es “una evolución inevitable de las monedas digitales de hoy”, indicó el banco estadounidense en un reporte difundido por la agencia Bloomberg.

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La FED ya trabaja al respecto y la semana pasada publicó un paper de 35 páginas donde discute la posibilidad, abriendo una consulta pública hasta el próximo 20 de mayo para recibir comentarios.

No obstante, la entidad señaló que dicha publicación es solamente un “primer paso”, y no planea avanzar sin apoyo de la Casa Blanca y el Congreso.

En ausencia de un dólar digital, el Bank of America prevé el florecimiento, durante los próximos años, de monedas digitales emitidas por empresas privadas, las cuales generalmente se encuentran vinculadas con el valor del dólar físico.

“Prevemos un incremento en los próximos años de la adopción de ´stablecoins´ y su uso para pagos mientras las instituciones financieras exploran nuevas soluciones y las compañías de pagos incorporan tecnologías blockchain a sus plataformas”, concluye el documento.

En los últimos años, diversos bancos centrales trabajan en la posibilidad de emitir este tipo de activos en formato digital (conocidas como CBDC, siglas en inglés de Central Bank Digital Currency) que se diferencian de las monedas regulares por la posibilidad de no tener un correlato físico, es decir una moneda o un billete.

No obstante, las mismas, al igual que las monedas tradicionales, al ser emitidas por un Banco Central poseen las mismas garantías del papel moneda (al contrario de, por ejemplo, las criptomonedas que son de libre flotación) y son diseñadas para las transacciones diarias.

Además de eliminar los costos asociados a la impresión y el transporte, permitirían modernizar la infraestructura e incrementar la velocidad de los pagos, y ampliar la inclusión financiera hacia los no-bancarizados, según indicó la propia FED en su documento, a la vez que destacó que facultaría al dólar continuar con una posición “prominente” en el sistema financiero internacional.

Sin embargo, también advirtió de ciertos riesgos: entre ellos, las mayores posibilidades de corridas en las firmas financieras, una reducción en la cantidad de depósitos en el sistema bancario además de diversas preocupaciones por la privacidad, ya que permitirían al Gobierno visualizar la totalidad de las transacciones de los ciudadanos.

Si bien la FED no tomó posiciones firmes al respecto hasta el momento, la publicación del estudio es la acción más significativa tomada hasta el momento en cuanto a la posibilidad de contar con un activo digital.

Hay otro motivo que podría acelerar los planes de Estados Unidos y es que China ya está realizando diversos avances para el lanzamiento de su yuan digital.

Luego de diversas pruebas en el país desde 2020, en los próximos Juegos Olímpicos de Invierno, tanto los deportistas como los espectadores del extranjero podrán descargar una aplicación o comprar una tarjeta física que almacena el yuan digital, y podrán realizar pagos en una modalidad similar a una billetera móvil.

Si bien el Banco Central chino no definió la fecha de su lanzamiento definitivo, ya 140 millones de personas poseen cuentas de prueba del yuan digital.

En tanto, el Banco Central Europeo (ECB) inició el pasado julio una investigación de 24 meses para explorar la posibilidad de un euro digital.

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