El presidente de la Asociación de Productores de Leche (APL), Raúl Catta, aseguró que el conflicto lácteo no cesa y que ahora ya que persiste la tendencia de bajar el precio de la leche cruda.

«La empresa más importante del país decidió correr los plazos de pago y de alguna manera en reuniones informales con sus productores indicó bajar el precio para adelante. Esa es la situación crítica coyuntural ahora pero es estructural también», indicó el dirigente.

Advirtió que la situación «se plantea en el momento en el que ya los productores hicieron todas las reservas para el año corriente».

En diálogo con «Siempre que llovió, paró», programa de Radio Colonia, Catta dijo que «el precio depende mucho de las zonas pero está entre 3 y 3,30 pesos el litro. El año pasado se cobró alrededor de 3,30 y 3,50 y después en noviembre hubo una baja de los precios retroactiva».

Además señaló que «el argumento de los precios cuidados juega para decir yo no puedo subir el precio, el valor internacional también influye, pero cuando éste era de 7.000 dólares, acá congelaron el precio de la leche y pusieron retenciones del 60% a la exportación».

«Las actitudes son aberrantes, en un negocio complejo como la lechería quienes actúan política y empresarialmente la complican más todavía», precisó.

En tanto explicó que «se corrieron los plazos de pago, se cobra a mes vencido 30 días y ahora se corrió 25 días más. Hay una ecuación falsa que se plantea, se dice que la soja y el maíz bajaron internacionalmente, como si esos fueran los únicos dos costos que uno tiene para alimentar a un animal. La inflación y los costos crecientes».

También afirmó que «la situación es difícil y va a ser más difícil. Creo que el que hizo las inversiones, la única
alternativa que tiene es producir leche que no se va a poder comercializar adecuadamente».

«Los productores de la zona oeste ya dijeron claramente que no le van a mandar leche a esta empresa. Y el otro factor que vemos internacionalmente es la cartelización en la compra de leche y el gobierno acá lo lleva de la mano».

Por otro lado añadió que «si los costos en Nueva Zelanda y Estados Unidos se mantienen estables y los precios de comercialización van hacia la baja, tienen las herramientas de liquidar vacas, bajar la producción, atenerse al mercado interno y manejar el externo, pero acá no».

«Ahora no se exporta nada, se vuelca al mercado interno porque se dice que no hay precios remunerativos o se acopia para esperar un incremento en el precio internacional», expresó.

Para finalizar Cata recordó que «en el año 2000 había dos millones de vacas, ese número con la crisis del 2002 bajó y después continuaron las sucesivas crisis».