Todas las mediciones inflacionarias, públicas y privadas, siguen mostrando un alza descomunal en los precios, sobre todo en el sector alimenticio, que está dejando sin aliento a los consumidores y que abre un panorama incierto sobrte el futuro cercano, ya que el poder adquisitivo fue literalmente licuado en este último mes, entre una devaluaciñón del 120% y una inflación que, en diciembre, fue del 25% según datos del Indec. Desde la Cámara de Supermercados de Rosario advirtieron que los aumentos impactan de lleno en los productos de la canasta básica y modifica el comportamiento de los consumidores, que realiza compras cada vez más pequeñas, generalmente semanal o diaria, y que se refleja en tickets cada vez más reducidos.

Así lo explicó Juan Manuel López Raido, vocero de la Cámara, en diálogo con Conclusión. «Es una situación inflacionaria que golpea al consumidor en general. No solamente la vemos reflejada en la pelea que tenemos con los proveedores en relación al aumento sucesivo de la lista de precios de todo el abanico de familia de productos, ya sea lácteos, carnes, producto de limpieza o aseo personal sino también en el comportamiento del consumidor”.

Los aumentos impactan de lleno en los productos masivos, “en artículos que son parte de la canasta básica». «Vemos diferencias en el comportamiento del acto de compra del consumidor, que no solamente empieza a dejar de comprar las primeras marcas, las segundas marcas, sino que va también teniendo un ticket de compra cada vez más escueto”.

López Raido recordó que el anterior gobierno, tanto el provincial como el nacional, aplicaban algunos programas y políticas dirigidas a incentiva el consumo y a intervenir en los precios. «Las grandes industrias alimenticias son las que determinan los precios, son las formadoras de precios en los productos alimenticios», remarcó al tiempoo que recordó que, anteriormente, la Secretaría de Comercio a través del Ministerio de Producción de la Nación ha tenido una fuerza de intervención generando algún tipo de programa de incentivos que tenía que ver con ajustar o contener la mayoría de los productos de consumo masivo”.

Claro que, gran parte de esos programas de precios, que surgían de negociaciones fuertes con la Secretaría de Comercio muchas veces quedaban cercados a la provincia de Buenos Aires y aCapital Federal. «Nosotros, ante esa realidad, trabajamos con algunos programas que eran de origen regional y provincial, como el programa de productos santafesinos y después lo que fue Billetera Santa Fe, ambos tendientes a alivio ese índice inflacionario”, explicó el vocero de la Cámara de Supermercados, dejando en claor que la ausencia de esos estímulos también influyen notoriamente en los bolsillos de los consumidores.

“Con el nuevo gobierno, que le dio salida de estos programas, hay muchos productos que estabancontemplados en los mismos, casi 2.000 productos, que hanacondicionado precios. Con lo cual, el aumento no solamente es por la ausencia de esos programas que ajustaron precios a la actualidad, sino que además tuvimos una devaluación que ronda el 120%. Estas dos cuestiones puntuales hicieron a este fuerte aumento que se visibilizó casi en un 30%”.

En cuanto a como se han modificado las compras a partir de esta comleja realidad, López Raido asegurá que los tickets de compras son cada vez más pequeños. «Además, antes, el acto de compra se realizaba mensualmente, en carros un poquito más grandes. Hoy se hace semanalmente, ni siquiera cada 15 días. Y a veces muchos de nuestros ciudadanos compran en día a día, por la forma que tienen de cobrar el sueldo y por la posibilidad de tener dinero y disponer del mismo para la compra diaria”.

Hay un poder adquisitvo cada vez más reducido, así que hay que tratar de brindar posibilidades a la gente que necesita hacer sus compras. En ese contexto, la Federación de Supermercados de Argentina, que es la federación madre de la Cámara de Supermercados de Rosario, está trabajando en una propuesta para lograr descuentos sobre una cierta cantidad de productos.

“Se trata de una acción concreta que incluye 20 productos de la canasta básica a 20% de descuento, en la cual el supermercado local y regional de diferentes provincias puede arreglar con un proveedor un precio en el cual, después lo pueda ver reflejado el consumidor en la góndola del supermercado. Eso está vigente en la actualidad en los supermercados de cercanía, origen local y regional”.

López Raido también se refirió al retiro del aporte del Estado al programa Billetera Santa Fe, un medio que la población había adoptado. «Al retirase la provincia y dejar de realizar ese aporte significativo que era casi un 25%, mientras que un 6 o 7% le correspondía al comercio, hoy por hoy es muy díficil sostenerlo. El anterior programa representaba una política pública y ahora significa únicamente una alianza de los privados, y el aporte esencial lo hace solo el privado. En un contexto de inflación donde las circunstancias son difíciles, que el aporte únicamente sea del privado y no un conjunto de actores que llevan adelante una política de Estado, se hace difícil de sostener», remarcó.