La ocupación de alquileres temporarios en la costa atlántica se sitúa en torno del 30 por ciento de las propiedades disponibles, y los precios se mantienen desde el inicio de la temporada debido a la poca demanda y las decisiones de último momento, ante la incertidumbre por la evolución de la situación sanitaria.

«Hay un nivel de ocupación de alquileres de un 20 a un 30 por ciento, es menos de 50 por ciento del nivel de ocupación que había en este momento el año pasado», dijo el presidente del Colegio de Martilleros de Mar del Plata, Miguel Ángel Donsini.

El directivo detalló que «el año pasado a esta altura de la temporada la ocupación estaba en alrededor de 70/75 por ciento».

Donsini señaló que este año «hay mucha oferta de propiedades y la demanda es escasa», por lo cual «los precios se mantienen en los valores iniciales, con una suba de 30 por ciento respecto del año pasado, porque las unidades están vacías».

Al respecto, observó que los que quieren ir a la costa toman decisiones de último momento «debido a que los infectados en Mar del Plata vienen subiendo y las medidas sanitarias cambian permanentemente; la gente espera y mira y va decidiendo, pasa en toda la costa atlántica».

En este contexto, afirmó que «van a ser unas vacaciones de menor cantidad de gente y mayor distribución entre diciembre, que fue bueno, y quizás marzo, que también puede serlo».

«Es una temporada que sabíamos que iba a ser 50 por ciento de lo que fue la otra, igualmente el sector empresarial ha hecho mucha inversión, el gastronómico y el hotelero, por eso se desesperan si tienen que cerrar, todo va perjudicando, pero es la circunstancia que vivimos, es a nivel mundial», afirmó.

Por otra parte, aseguró que ante la caída de la demanda por la pandemia muchos propietarios decidieron ocupar sus casas en la Costa «porque no se alquiló o porque no pueden ir a otro lado, o se las prestan a conocidos».

De acuerdo con el último informe elaborado por el Observatorio Inmobiliario de la Cámara de Empresas de Servicios Inmobiliarios (Camesi), un 85 por ciento de los operadores afirmó que este año se pusieron menos propiedades en alquiler para veraneo.

En cuanto a las razones de esta retracción en la oferta, 36 por ciento señaló que los propietarios prefieren no alquilar esta temporada, 32 por ciento que va a disponer la propiedad para uso propio, mientras que 14 por ciento optó por poner la propiedad en venta.

Por su parte, el asesor inmobiliario Daniel Zampone analizó que «habrá que ver si un eventual toque de queda termina por desanimar a la gente que pensaba viajar en febrero a la costa».

Al respecto, recordó que antes de la apertura de la temporada el interés estaba puesto en casaquintas y barrios cerrados en el gran Buenos Aires, con precios que «iban desde los 1.500 dólares mensuales hasta incluso 10.000 dólares por el mes de enero en barrios premium con cancha de golf».

«Esos montos se redujeron un 15 por ciento una vez que se dispuso la apertura al turismo, y volvió la competencia con los tradicionales balnearios y otros destinos nacionales e internacionales», precisó.

Las restricciones podrían «retrotraer todo al inicio y que los precios se ubiquen otra vez en sintonía con el establecido en el último trimestre de 2020 antes de la apertura», consideró.

En tanto, un informe de Focus Market señaló que «la temporada turística ha tenido diferentes fases de planificación por parte de los argentinos: en septiembre y octubre 2020 fue el furor del alquileres de las casas quintas y casas rodantes para permanecer en campings».

En noviembre, con «la confirmación de apertura de temporada turística y el plan previaje, comenzó a incrementarse el nivel de reservas en diferentes localidades del país».

«Sin embargo, al día de hoy el nivel de ocupación promedio a nivel país es del 40 por ciento respecto de la comparación del mismo período en 2020», indicó Focus Market.