El presidente de Ecuador, Rafael Correa, manifestó hoy su abierto apoyo a Cristina Fernández de Kirchner al conocer que fue denunciada por presunto encubrimiento en la causa Amia, medida que atribuyó como «un nuevo intento de desestabilización por medio de instancias jurídicas.»

Al brindar su tradicional informe semanal, el mandatario ecuatoriano consideró la medida adoptada por el fiscal Gerardo Pollicita como “un nuevo capítulo de la restauración conservadora a la tentativa de atentar contra la democracia en Argentina.»

Precisamente, señaló el presidente, «la restauración conservadora utiliza ahora hasta las instancias jurídicas para tratar de desestabilizar a los gobiernos progresistas de nuestra América”, y dijo, contundente «esto me huele a la restauración conservadora; ya no hay golpes militares, ya no hay golpes legislativos, ahora hay golpes judiciales.»

En esa misma línea, el mandatario ecuatoriano resaltó que la presidenta brasileña «Dilma Roussef también es víctima de esas fuerzas con el caso Petrobras» y que por esa razón “América Latina nunca volverá a ser lo que fue antes» aseveró.

Por otra parte, el analista y doctor en derecho político Gladstone Leonel da Silva Júnior  señaló que, “el escándalo de corrupción en Brasil que envuelve a Petrobras y salpica al gobernante Partido de los Trabajadores (PT) presiona al Ejecutivo de Dilma Rousseff a tomar decisiones para recuperar la credibilidad de la empresa estatal», e inmediatamente referenció que «ni la prensa ni los espacios políticos mencionan que la petrolera batió récord de producción en 2014.»

El caso de corrupción que envuelve a la estatal brasilera alude al pago de sobornos multimillonarios, durante la última década, a políticos y ejecutivos con fondos de la petrolera y de empresas que tenían contratos con la misma. En el curso de la investigación fueron detenidos tres ex directores de la firma.