Por Aldo Battisacco – Enviado especial a Buenos Aires
La politóloga y comunicadora Belén Ledo, dialogó con Conclusión y analizó el contexto de incertidumbre en el que se encuentra el mundo, de cómo las soluciones que se ensayaron en el marco de la pandemia en algunos países, obliga a pensar que estamos ante un sistema de supresión del ser humano no solo en forma física, sino también psicológica y social. Ante este cuadro señaló que existe evidencias comprobables de «reacción social» y el advenimiento de otra realidad donde el mundo se debate con más intensidad entre la «individuación versus el colectivismo».
Ledo, reflexionó que «nos sentimos como en una cubeta de hielo, no encontramos salida como sociedad, si encontramos miedos peligros y temores. También infelicidad». «Hay miedo sobre el futuro, porque hay influencias externas, pero también teorías como la maltusiana, que afirmaba que por estos tiempo la abundancia de personas impedirían la subsistencia de un entorno natural sostenible».
Se quiere imponer una agenda ecologicista corriendo la centralidad del ser humano con la intencion de avanzar en la supresion fisica
«Sostenible, es decir que sea inclusivo, y tiene que ver con lo que decía Malthus, que esta superpoblación termina siendo un virus para la naturaleza. Un defecto y no una capacidad de vernos en calidad reproductiva y de multiplicación. La reproducción y la multiplicación son opuestas a esa idea. La Cepal sostiene que el envejecimiento en Latinoamérica está en paralelo con la estabilización numérica de la población y que dejara de crecer en 2060, pero las proyecciones indican que crecerán los seres humanos en el planeta 730 millones en 2050, pero a fin de siglo disminuirá en 690 millones. La tendencia en la evolución de Hispanoamérica pero el mundo cambiara lo mismo que lo hizo en 1950», analizó con énfasis en el factor humano.
Hay eutanasia en la región relacionados con pobreza producto de errores pero se impulsa la idea de cambiar prinicipios y valores para hacer plausible el crecimeinto poblacional
Con más en profundidad, Ledo propone una postal inaudita: «La división social del trabajo se reducirá, no se será más dueño de la propia tierra si se es propietario hay que preocuparse, seremos inquilinos de nuestra propia tierra, es dice a quien se le entregará esa tierra». «Se corre el riego de tener que tener una ley internacional en este sentido».
Hay un alto nivel de indiferencia sobre los que necesitan ayuda, los problemas están en el alma del pueblo que no tiene reciptividad
Con preocupación, la comunicadora se anticipa a los peligros de un colectivismo que suprime la personalidad, «ya hay ejemplos mundiales», dice, hay que mirar la Agenda 2030, «como China, donde el gobierno lanzó una aplicación que anima a los ciudadanos a denunciar a quienes expresen opiniones erróneas en internet. Para eso opera con un sistema oneroso que se llama sistema de puntaje de crédito social. El comportamiento es regulado por datos personales., registros gubernamentales, corporativos o bien los mismos ciudadanos son policías de otros ciudadanos. Los que logren un puntaje social más altos tendrán más facilidad en la obtención de préstamos y cheques médicos. Estamos invadidos por otros valores y costumbres. Ni hablar de la cantidad de cámaras que se instalaron para controlar».
La idea de este gobierno mundial es separarnos más, también la gente necesita volver a trabajar con mas dignidad que antes
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