Rosario expresa malestar con el actual mandato de Javier Milei al frente del Gobierno nacional. Frente a una política de ajuste contra los trabajadores, con salarios congelados, precios por las nubes, y un rumbo económico a nivel micro que no da señales de mejorar, todo lo contrario. A raíz de ello, la ciudad fue protagonista de sucesivos cacerolazos como modo de protesta.  

Con cánticos, banderas y golpes en los artefactos, los rosarinos hacen sentir su descontento con la gestión del mandatario libertario. Los barrios Agote y Pichincha y la plaza 25 de Mayo, epicentro de los reclamos.

Las principales demandas son por las políticas económicas aplicadas y el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), mientras se espera el discurso del presidente para la inauguración del período de Sesiones Ordinarias en el Congreso de la Nación.

Los barrios Alberdi, Echesortu y Fisherton, con asambleas, también marcan el ritmo de las protestas. A diferencia de ocasiones anteriores, esta vez el rechazo a Milei es mayor en la ciudad.

Otro pulmón importante que expresa su disconformidad es barrio Belgrano. Los reproches también tienen lugar por los injustificados tarifazos en los servicios básicos, con aumentos desproporcionados en agua y electricidad, por ejemplo, además de despidos que ya son evidentes en diversas empresas.   

 

La zona de las 4 plazas también fue testigo de los reclamos, con las mismas consignas, en el comienzo de un marzo que promete ser agitado para toda la población. La esquina de Ayolas y San Martín también expresó su voz.