Por Fabrizio Turturici

Jorge Boasso pone fin a su extensa labor en el Concejo Municipal y se alista para competir este año en las elecciones legislativas. Así lo reveló a Conclusión el edil radical, quien buscará una banca como diputado nacional por el oficialismo en los comicios de medio término.

A la hora de referirse del armado estratégico-político de Cambiemos, Boasso fue sincero y señaló que “todavía no está afianzado en la provincia de Santa Fe” y que “al radicalismo no se le está dando el lugar que merece dentro del gobierno”.

En otro orden y fiel a su estilo, el concejal criticó al Frente Progresista en la región: “El socialismo entró a un tobogán en declive y tiene fecha de vencimiento”, disparó tras catalogarlos como “hipócritas”.

Además, lanzó Boasso, “si la situación de la seguridad mejoró un poco en la provincia, se lo debemos a la participación del gobierno nacional y no a estos muchachos del socialismo que son bastante incapaces”.

“Seguimos viviendo en una de las ciudades con más villas de emergencia (100), según la organización Techo, donde habitan más de 200 mil personas. Es decir que casi el 20% de la población rosarina vive en exclusión social y sin condiciones básicas”, continuó el edil de la UCR.

—No obstante, esa situación que describe no se desliga de la realidad nacional, donde 1 de cada 3 argentinos es pobre.

—Es cierto, pero yo soy un fervoroso creyente del poder de los gobiernos locales: creo mucho en el municipio y las provincias, que entre ambos pueden hacer lo que Nación a veces no. La provincia de San Luis es un ejemplo a seguir. Y el secreto de su éxito no es Adolfo Rodríguez Saa, sino que la constitución provincial establece que los presupuestos siempre deben tener como mínimo un 50% destinado a bienes de capital y obras de infraestructura. En Santa Fe, en cambio, sólo se destinó el 6 por ciento del enorme presupuesto que tiene la provincia. Con esto se podrían solucionar muchos problemas: relocalización de villas de emergencia y construcción de viviendas, que pavimentemos las 5.000 calles que faltan pavimentar en la ciudad, que dejemos de tener al 40 por ciento de la población sin cloacas, entre otras cosas. Claro que no estamos desligados del contexto, pero hay ciudades que abordaron la problemática con otra tónica. Mendoza y Córdoba son otros ejemplos. Entonces se pudo haber avanzado más, pero el socialismo siempre corre detrás de los acontecimientos: espera el incendio para ir a apagarlo. El proyecto de Narcolemia lo presenté en el 2013 y casi le tengo que poner un revólver en la cabeza a la intendenta para que me lo apruebe.

—Más allá de eso, ¿por qué al gobierno socialista le cuesta relacionarse con Nación? Es decir, tuvo problemas con el kirchnerismo y ahora con el macrismo…

—Son hipócritas. Yo creo que con el kirchnerismo tuvieron una relación importante, sólo que el pasado gobierno no le daba las respuestas que el socialismo quería. No veo lo mismo con Macri: la atención que el gobierno le está dando a la provincia de Santa Fe no la vi nunca en mi vida, tanto en inversiones de infraestructura, en carreteras, en Seguridad… Si hay algún mejoramiento en materia de inseguridad, no es por estos muchachos del socialismo que son bastante incapaces, sino por la coordinación y la intervención del Estado tanto en territorio como logística. Con decirte que hay delitos que los está dilucidando la Gendarmería…

—¿Por qué son hipócritas?

—Porque mientras tienen el tratamiento privilegiado como si fuesen del mismo signo político, cuando el gobernador vuelve a Santa Fe lo primero que hace es bombardear al presidente por los canales de televisión.

—¿La estrategia electoral del socialismo es polarizar con Cambiemos?                               

—Es probable, pero eso le hace mal al país. No se puede tener discursos distintos según las elecciones. A mí me vas a escuchar decir lo mismo siempre. Yo probablemente compita en el presente año, pero seré justo en este sentido. Me presentaré a la diputación nacional. Se agotó una vida mucho más larga y fructífera de lo que había soñado en el Concejo Municipal. Me voy satisfecho por el trabajo, con 3.630 proyectos y un equipo de primera que siempre me acompañó.

—Por un lado, el gobierno aspira a reforzar la alianza con el radicalismo; pero por el otro hay quienes dicen que la UCR está cada vez más debilitada dentro de Cambiemos. ¿Cuál es la realidad?

—No veo que al radicalismo se le esté dando el lugar que merece. Recordemos que fue un actor fundamental en la conformación y el éxito electoral de Cambiemos. Además el PRO no tiene gobernadores, son todos del radicalismo. Creo que muchos dirigentes de la UCR le hubiesen puesto una pincelada de experiencia, criterio y razonabilidad a algunos errores que el gobierno ha cometido en los últimos tiempos.

—¿Le molesta al radicalismo que el gobierno esté coqueteando cada vez más con el peronismo?

—En lo personal, no me molesta. Mientras se sumen por convicción y no por oportunismo, serán bienvenidos. Los peronistas son camaleones que cambian de color según la ocasión y a eso le tengo miedo. Pero si hay convicción sincera, no soy gorila: respeto a muchos dirigentes peronistas.

—Hablando de camaleones, el radicalismo también atiende por un mostrador al socialismo y por el otro al macrismo…

—Siempre he sido crítico de esta doble caja. Entiendo que el radicalismo tiene que estar de un lado o de otro. Yo fui el primero en volcarme hacia el PRO y no me arrepiento. Tengo entendido que vamos a debatir nuevamente la ratificación o no de la pertenencia de la UCR en Cambiemos, en la que yo me encolumno dentro del gran sector que dará el sí.

—¿Tiene fecha de vencimiento la alianza con el socialismo?

—Debería tenerla, pero depende de los cargueros. Aquellos que tengan un cargo dentro del Frente Progresista siempre tendrán algún motivo para defender el acuerdo. Mientras eso exista, tendremos a un socialismo que seguirá usando como monaguillos a los radicales. Asimismo no soy hipócrita y pido también la institucionalización de Cambiemos: debemos consolidarnos en una verdadera coalición política.

—¿Qué futuro tiene el Frente Progresista?

—El socialismo entró a un tobogán en declive. Sobre todo en la gestión municipal, donde hagan lo que hagan la gente cerró la cabeza y dijo basta. Así como antes no le entraban balas a pesar de que hiciesen cualquier barbaridad, ahora por más cosas positivas que realicen le entran balas.

—¿Y Cambiemos está afianzado en la provincia de Santa Fe?

—La realidad es que no. Hay muchos defectos de organización y cosas pendientes. Sostengo que Cambiemos primero debe institucionalizarse, tanto en Nación como en la provincia y el municipio. Aquí ni siquiera se realizó el interbloque Cambiemos, y no es por falta de voluntad de quien habla…