El presidente Alberto Fernández viaja a Bolivia para participar el domingo por la mañana del acto de asunción del mandatario electo de la nación del altiplano, Luis Arce, en La Paz.

Según se informó oficialmente, el jefe de Estado viajará a la capital boliviana para asistir al acto de toma de mando de Arce, quien asumirá para cumplir el período 2020-2025, tras los 11 meses de gobierno de facto a cargo de Jeanine Áñez.

Formarán parte de la comitiva el canciller Felipe Solá; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; el vocero presidencial Juan Pablo Biondi; el senador Jorge Taiana y el diputado Eduardo Valdés.

El pasado 18 de octubre, Arce, candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), obtuvo el 55,1% de los votos, casi el doble que el segundo, Carlos Mesa (Comunidad Ciudadana), que logró el 28,8%, de acuerdo al recuento oficial de las elecciones presidenciales.

Desde la oficina de prensa del MAS informaron que la transición de mando presidencial se caracterizará, además de la actividad protocolar, «por las ceremonias ancestrales y otras actividades que reflejarán la pluriculturalidad» del país.

Según se consignó de forma oficial, las actividades arrancarán el sábado, con la llegada y recibimiento de presidentes, autoridades y delegaciones internacionales que estarán presentes en la posesión de Luis Arce Catacora y David Choquehanca como presidente y vicepresidente, respectivamente.

El domingo, a las 7 hora local (8 de Argentina) se realizará la tradicional k’oa en inmediaciones de la Plaza Murillo, acto que significará pedir permiso a la Pachamama (Madre Tierra) para abrir un buen camino durante la gestión presidencial.

El acto central, que consiste en la toma de posesión, será a las 10.40 (11.40 de Argentina) y fueron invitados más de cien presidentes y mandatarios de todo el mundo.

Posteriormente, pasado el mediodía, Arce y Choquehuanca estarían ingresando al hall de la Casa Grande del Pueblo, donde saludarán a los presidentes de otros países y delegaciones invitadas al acto, para luego tomar la fotografía oficial y compartir un almuerzo con comida típica nacional.

Una vez finalizado el almuerzo, se llevará a cabo una marcha donde todas las organizaciones sociales, instituciones cívicas, población y fuerzas armadas brindarán su saludo y homenaje a los nuevos mandatarios.

El pasado 3 de noviembre, Alberto Fernández cuestionó a través de la red social Twitter las protestas y denuncias por presuntas irregularidades en los comicios bolivianos, dijo que le «preocupa» la existencia de «sectores que apunten a la violencia» y subrayó que «la democracia es el único camino para los pueblos de la región».

«Hace apenas dos semanas el pueblo boliviano se expresó en las urnas con un masivo apoyo a Luis Arce. Nos preocupa que persistan en Bolivia sectores que apuesten a la violencia», sostuvo el mandatario.

«Lo dijimos y lo repetimos: la democracia es el único camino para los pueblos de nuestra región», añadió Fernández.

Un día después, por la misma red social, Arce respondió este mensaje al afirmar: «Compartimos con Alberto Fernández el mismo sentimiento. La democracia y el voto popular son las mejores herramientas de los pueblos para vivir en paz y crecer. La violencia solo retrasa nuestra esperanza de vivir bien».

Un día después de la asunción de Arce, el expresidente boliviano Evo Morales regresará a su país a través de la frontera que une la ciudad jujeña de La Quiaca y la boliviana de Villazón.

Fuentes cercanas al exmandatario boliviano confirmaron que Morales partirá de Buenos Aires el próximo lunes 9 de noviembre a primera hora y llegará vía aérea a La Quiaca.

Allí, según está previsto, será despedido del país por el presidente Fernández, tras lo cual cruzará la frontera y emprenderá una caravana que finalizará el 11 de noviembre en Chimoré, cuando se cumpla un año exacto de su salida de Bolivia.

El recorrido de Morales por su país durará tres días, en los cuales irá intercalando actos en distintas localidades.

Tras cruzar a Villazón desde Argentina, el periplo del exmandatario seguirá por Uyuni, Oruro, Cochabamba y finalizará en Chimoré, donde habrá un gran acto de bienvenida, donde participarán pueblos indígenas de todo el país.

El 20 de octubre de 2019, los bolivianos acudieron a las urnas para elegir nuevo presidente, y Morales, en el gobierno desde 2006, buscaba un nuevo mandato.

Morales ganó en primera vuelta esos comicios, pero de inmediato los resultados desataron una ola de protestas violentas, con denuncias de fraude que derivaron en el apoyo de la Policía y la fuerzas armadas hasta forzar la renuncia y la salida del poder del mandatario, quien en primera instancia recaló en México, en calidad de refugiado político, y luego se trasladó a Argentina.