El presidente Alberto Fernández realizó un nuevo llamado a la paz en Ucrania tras la invasión rusa y reclamó desescalar el conflicto en territorio europeo que repercute a nivel mundial. Lo hizo en el marco de la reunión para jefas y jefes de Estado y Gobierno del arco del progresismo de la Unión Europea y la CELAC, coordinada por el Partido de los Socialistas Europeos (PES).

«La Argentina está convencida de que una solución duradera a la situación de Ucrania solo se alcanzará por medios pacíficos y por eso hacemos, una vez más, un llamado a la paz y a desescalar el conflicto«, reclamó el mandatario ante la mirada atenta de sus pares.

En la misma línea, aseguró que el «delicadísimo» conflicto abrió escenarios de inestabilidad y reafirmó la necesidad de reimpulsar una mesa de negociaciones articulada entre ambas naciones en tensión.

«Pensar que un puñado de países pueden realizarse en un mundo que no se realiza, no solo es injusto, sino que es un objetivo imposible de cumplir», expresó al tiempo que destacó la realización de una nueva cumbre entre los bloques.

El encuentro que nucleó a jefes de Estado y autoridades de los bloques, fue convocado por el presidente del PES, Stefan Löfven, y se llevó adelante en Hotel Sofitel Brussels Europe con el objetivo de construir un debate, entre gobiernos progresistas, para fortalecer la cooperación interregional entre Europa y los Estados latinoamericanos y caribeños.

Durante su exposición, Alberto Fernández planteó que el mundo necesita nuevas formas de asociación entre regiones, con foco en la generación de empleo y el desarrollo de posibilidades para que América Latina y el Caribe «no quede acotado a la exportación de materias primas».

“El calentamiento global, la pérdida de biodiversidad y la contaminación son realidades absolutamente indiscutibles. Tampoco es discutible que tenemos que actuar y que debe ser rápido, pero las transformaciones necesarias requieren una corriente considerable y sostenida de recursos que permitan su financiamiento», remarcó.

Asimismo, subrayó que las capacidades de financiamientos de las naciones latinoamericanas son acotadas y reiteró la necesidad de reformar la arquitectura financiera internacional. En sintonía con su discurso emitido durante la sesión inaugural, el jefe de Estado cuestionó al Fondo Monetario Internacional (FMI).

«Luego de una pandemia como la humanidad no había visto en cien años, la guerra y los efectos dramáticos del cambio climático, el Fondo Monetario Internacional no ha podido encontrar el tiempo y las voluntades para revisar su política de sobrecargos y el capital disponible de los bancos de desarrollo continúa siendo insuficiente», sostuvo en el marco de las negociaciones que protagoniza el ministro de Economía y precandidato a presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa, con la entidad de crédito.

Adhesión al documento final

Durante el transcurso de última jornada, y para adherir al documento final de la Cumbre, el presidente planteó que los países en desarrollo deben apostar a «una inserción más plena y virtuosa en las cadenas de valor y ser receptores de un volumen de financiamiento sustantivo».

Del intercambio participaron además sus pares Luiz Inácio «Lula» da Silva (Brasil); Gabriel Boric (Chile); Gustavo Petro (Colombia); la secretaria de Relaciones Exteriores de México, Alicia Bárcena; el canciller de Alemania, Olaf Scholz; el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez; y los primeros Ministros de Dinamarca y Portugal, Mette Frederiksen y António Costa.

Entre los funcionarios de la Unión Europea dieron el presente el Alto Representante Josep Borrell; el vicepresidente Ejecutivo de la Comisión Europea para el Pacto Verde, Frans Timmermans; y la comisaria de Cooperación Internacional, Jutta Urpilainen.

También asistieron la presidenta de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo, Iratxe García; la secretaria General del Partido Democrático de Italia, Elly Schlein; y los directivos y la directiva de PES, Achim Post, Giacomo Filibeck, Yonnec Polet y Saar Van Bueren.

Acuerdos y socios comerciales

Tras participar de la sesión plenaria, el mandatario se entrevistó con el primer ministro de la República de Polonia, Mateusz Morawiecki; con la presidenta de Italia, Georgia Meloni, con quien analizó los mecanismos para sostener los canales de cooperación y diálogo; y con el ministro de Chipre, Nikos Christodoulides.

Fernández -acompañado por el canciller Santiago Cafiero- destacó la reanudación del diálogo con la Unión Europea, una de las prioridades en las que trabajó la Argentina durante la presidencia pro-témpore (PPT) de la Celac, informaron fuentes de la Presidencia argentina.

Junto a su par de Bulgaria, Fernández recordó el establecimiento en 1931 de las relaciones diplomáticas de Argentina con el país europeo, siendo el primero de América Latina y destacó los vínculos de intercambio comercial y el sostenimiento, junto a Brasil y Cuba, de la Embajada en su capital, Sofía; mientras que, en relación a Chipre, saludó la apertura de una embajada en Buenos Aires y el próximo arribo del embajador de ese país, Stylianos Georgiades, en octubre próximo.

En tanto, durante el encuentro con el mandatario de Polonia, Fernández remarcó la búsqueda de un «salto cualitativo en la relación económica-comercial», en la que actualmente se destaca la exportación de harina de soja para alimentación animal, que representa más del 80 por ciento de las exportaciones al país europeo.

En este sentido, propuso también que la Argentina sea socia en el campo nuclear, satelital y espacial; en sectores de industrias creativas, software, transformación digital y en tecnologías aplicadas a la producción agropecuaria.