El Ministerio de Seguridad de la Nación ofreció $ 5.000.000 de recompensa para quien aporte datos sobre el paradero de Mauricio Jesús Laferrar, que la semana pasada desapareció de la cárcel de Villa Devoto, donde cumplía una condena a prisión perpetua por homicidios y era considerado hasta su detención, en 2019, el jefe de los sicarios de Esteban Lindor Alvarado.

La resolución 743 de la cartera encabezada por Aníbal Fernández estableció esa suma para las personas que proporcionen información sobre el hombre de 27 años, apodado «Caníbal» o «Mauri», que estaba alojado en la planta II  del pabellón Nº11 del penal de Devoto y que el viernes pasado no pudo ser encontrado por el personal penitenciario.

El ofrecimiento de recompensa, que se publicó este viernes en el Boletín Oficial, surgió a raíz de un pedido de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) «mediante oficio de fecha 23 de octubre de 2023, y está destinado a «aquellas personas que, sin haber intervenido en los hechos delictuales, brinden datos útiles que permitan lograr la detención de Mauricio Jesús Laferrara».

La resolución confirma que existe un pedido de captura nacional e internacional desde el 20 de octubre pasado, cuando «se evadió del Módulo N° 3 del Pabellón N° 11 del Complejo Penitenciario Federal de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires». Además, desde este miércolestá vigente una alerta roja de Interpol.

Quién es Mauricio Jesús Laferrara

Mauricio Laferrara fue condenado junto a Esteban Lindor Alvarado, en junio de 2022, a prisión perpetua por el homicidio del prestamista Lucio Maldonado, ocurrido en noviembre de 2018. El cuerpo de Maldonado fue encontrado en el inicio de la autopista Rosario-Buenos Aires, baleado y con una nota que decía «con la mafia no se jode», un sello que utilizaban entonces los miembros de la narcobanda «Los Monos», enfrentada a Alvarado.

Por ese hecho -y otros delitos como asociación ilícita, lavado de dinero, amenazas y balaceras- también fue condenado en el mismo juicio a prisión perpetua el propio Alvarado.

En abril de este año, otro tribunal lo sentenció a de prisión perpetua por el asesinato de un joven llamado Cristian Béliz. De acuerdo a lo ventilado en el juicio, Laferrara participó junto a Franco Aranda, Gastón Tévez y Matías Ávila -todos condenados- de la balacera a una distribuidora en la que fue herido y quedó hemipléjico su dueño, Oscar «Manco» García.

El ataque a tiros ocurrió la mañana del 7 de septiembre de 2019 en la distribuidora de García, ubicada en Constitución 5147, un hombre sindicado como líder de una organización que usurpaba viviendas, recordaron fuentes policiales. Según voceros judiciales, García es tío de Mauricio Laferrara, quien habría cumplido aquel ataque por orden de Alvarado, que quería quedarse con el comercio del «Manco».

«Mauri» también fue imputado por el secuestro y asesinato de un joven llamado Cristian Enrique, ocurrido en octubre de 2018 en Rosario. A la vez, los fiscales que lo acusaron lo imputaron por un triple homicidio de personas vinculadas a «Los Monos» ocurrido en abril de aquél año en la localidad de Granadero Baigorria, cuyas víctimas fueron Gerardo Abregú y los hermanos Ezequiel y José Fernández.

Ezequiel «Parásito» Fernández estuvo involucrado en un fallido secuestro extorsivo pergeñado desde la cárcel por el jefe de «Los Monos», Ariel «Guille» Cantero, pero no llegó a juicio porque fue asesinado.

Una familia dedicada al crimen

La historia criminal de la familia Laferrara se inició con el padre de «Caníbal», Jorge, quien en 2000 fue condenado por tráfico de marihuana en la provincia de Corrientes, al ser detenido con casi 80 kilos de drogas junto a Ariel «Viejo» Cantero, el primer jefe de la banda «Los Monos».

Tras cumplir esa condena, en 2008 Jorge Laferrara recibió de una nueva sentencia, en esa ocasión por el asesinato de un adolescente al que acusó de robarle un caballo. El chico estaba ligado a la familia Cantero y desde entonces el vínculo entre ambas grupos se rompió hasta la actualidad.

En 2015, Jorge no regresó de una salida transitoria de la cárcel y recién volvió a ser detenido en 2019 en la puerta de la chatarrería que tenía a la salida de Rosario por la ruta provincial 18, recordaron fuentes judiciales.

En abril de 2021 fue condenado a dos años y nueve meses de prisión por intentar coimear a los policías que lo detuvieron en su chatarrería, pena que se unificó en 21 años de cárcel por la sentencia por homicidio.

Otro de sus hijos, Miguel Ángel «Lolo» Laferrara, también siguió los pasos familiares y en diciembre de 2020 recibió una pena de 10 años y ocho meses de prisión por el asesinato, en 2012, de un adolescente de 16 años.

Había estado prófugo durante siete años hasta que fue capturado en la localidad entrerriana de La Paz, en noviembre de 2019. En octubre del año pasado cayó en un control, con tres kilos de cocaína en su automóvil, Yoana Laferrara (28), hermana de «Lolo» y «Caníbal».