A tan sólo dos días de iniciado el juicio contra el ex jefe de la policía santafesina Hugo Tognoli por encubrimiento y protección de narcos y amenazas coactivas contra su denunciante, la titular de Madres Solidarias, Norma Castaño, la hija de la misma denunció haber sufrido un acto intimidatorio en la tarde de ayer.

Los hechos se produjeron alrededor de las 18 cuando la presunta víctima, Yamila Belén, circulaba en un Chevrolet Corsa junto a su marido y su hija en la calle Peñaloza, en la zona norte de la capital santafesina. Una camioneta se acercó a ellos a toda velocidad, prendió las luces de repente y los embistió, obligándolos a realizar una brusca maniobra que acabó con ellos en un zanjón. El otro vehículo se dio a la fuga.

Según relató Norma «cuando llegó mi hija a mi casa me dijo que me quedara tranquila pero que había pasado esto. Me contó que mientras transitaba, de la nada se le puso atrás una camioneta grande y que le encendió las luces y que comenzó a acelerar. Entonces mi yerno no tuvo alternativa que hacer una maniobra brusca y tirarse a un zanjón. Cuando pasa al lado, alcanzan a ver que era una camioneta Ranger con vidrios polarizados».

La representante de las madres agrupadas en lucha contra las drogas aseveró que el choque no fue un accidente, sino un mensaje dirigido a ella que se atrevió a denunciar la connivencia de la policía con los narcos. Castaño es querellante en la causa contra Tognoli, a quien acusó directamente junto al “Tuerto” Mendoza, otro de los acusados en el juicio.

«Creen que con su impunidad y su dinero pueden comprar todo. Estoy cansada, agotada. Yo no puedo ingresar al juicio porque soy testigo, pero las madres que están adentro me cuentan que el fiscal no hace preguntas, no repregunta, sólo hablan los abogados. ¿Cómo puede ser que pase eso? Mi vida se terminó hace trece años, ya no quiero que mis hijos tengan que pasar por esto. Pero este juicio no va a salir bien», declaró entre lágrimas en una entrevista radial.

Aseguró además que los responsables «son (Hermes) Binner y (Antonio) Bonfatti», y agregó que “si lo hubieran investigado en su momento a Tognoli, cuando les dije, tal vez esto no hubiera pasado».

Con la voz quebrada, Castaño declaró estar “abatida, agotada” por la lucha tan desigual que viene llevando adelante, y aseguró que ya no puede creer en nada más.