SáBADO, 30 DE NOV

Las escuchas judiciales que derivaron en la imputación de «Lucho» Cantero, el nuevo líder de «Los Monos»

"Guille no corta ni pincha conmigo y el barrio es mío, quédense tranquilos que el barrio es mío, ahora estoy yo, yo soy el barrio ese sabés", se escuchó decir a "Lucho" Cantero, el joven de 19 años, sobrino de "Guille", que desde enero pasado está detenido en el penal federal bonaerense de Marcos Paz.

 

Las escuchas surgidas de la investigación judicial que derivó en la imputación como presunto jefe de una asociación ilícita de Uriel Luciano Cantero, hijo del asesinado jefe de la violenta narcobanda rosarina «Los Monos», revelan la división de la «marca» criminal en subgrupos autónomos del clan familiar y el desafío del joven a su tío Ariel, alias «Guille» Cantero, en medio de una disputa por una vivienda.

Uriel Luciano Cantero es hijo del Claudio, el «Pájaro», quien comandaba el clan familiar «Los Monos» hasta su asesinato en la entrada de un boliche bailable, la madrugada del 26 de mayo de 2013, cuando tenía 27 años.

Desde entonces, su hermano Ariel Máximo, conocido como «Guille» o «Tarta», tomó las riendas de la banda que a principios de este siglo constituyó el padre de ambos, Ariel «Viejo» Cantero.

«Guille» está detenido desde que en 2013 se entregó a la policía de Rosario mientras tenía un pedido de captura por su participación en un asesinato en venganza de la muerte de su hermano «Pájaro».

Desde entonces acumuló ocho condenas por distintos delitos –tráfico de drogas, homicidio, balaceras, secuestro extorsivo- por más de 80 años de pena.

Según diversas investigaciones judiciales en la que está implicado, desde la cárcel de Ezeiza maneja «células» ilícitas que operan en Rosario y la región y que le tributan.

Su padre, el «Viejo» Cantero, fue detenido en abril pasado en una vivienda de la zona sudoeste de Rosario, en cuyo territorio desarrollaba acciones ilegales que los fiscales, cuando lo imputaron en mayo, describieron como asociación ilícita, extorsiones y tentativas de homicidio.

En su domicilio, la Policía secuestró cajas de ayuda social que distribuye la Municipalidad de Rosario, y que en apariencia «manejaba» el «Viejo» para repartirla en el barrio.

La tercera generación de los Cantero tiene en «Lucho», su madre Lorena Verdún y su pareja, Érica Bullón, otra pata de lo que fuera la banda de «Los Monos».

Por su parte, la fiscal Marisol Fabbro, que los imputó esta semana junto a otras 25 personas, en una causa que tiene al menos diez prófugos, afirmó que la organización «procuró ocupar y dominar sectores y barrios de la ciudad de Rosario y excluir de allí a bandas antagónicas con el fin de obtener beneficios económicos producto de diversas actividades ilícitas, como su expansión territorial».

«Para llevar a cabo ese objetivo, los integrantes de la asociación cometieron diversos delitos como homicidios, lesiones, encubrimientos, amenazas, extorsiones, abuso de armas, portación y tenencia ilegal de armas de fuego y venta ilegal de estupefacientes», enumeró la fiscal.

De acuerdo a la acusación, ese grupo liderado por Uriel Cantero operó al menos desde junio de 2021 hasta la actualidad y logró «mucha influencia» en los barrios La Granada, Las Flores, Las Delicias y Plata, la zona de la que son oriundos los Cantero.

Una escucha telefónica que forma parte de la pesquisa, reveló la división en grupos de lo que fueran «Los Monos» y el desafío de Lucho a su tío, «Guille».

Dylan Tomás Baldón, sindicado como organizador de la asociación ilícita y quien recibía las órdenes que «Lucho» daba desde la cárcel para ser ejecutadas extramuros, le cuenta a su jefe que lo llamó «Guille» Cantero.

«Me manda audio Guille, chau hasta la pi..», dijo el joven.

De la conversación también participó Érica Bullón, la pareja de «Lucho», quien aseguró que «es por una casa, por unos pasillos del 17 (barrio 17 de Agosto), algo así».

Baldón, alias «Capocha», contó que Vanesa Barrios, mujer de «Guille», lo llamó por videollamada y le dijo: «qué pasa que se meten al rancho mío, que me robaron todas las cosas, ese rancho es mío, yo lo tengo hace como cuatro años, ¿quién se piensan que son ustedes? No sé, me empezó a batir cualquiera», dijo, según quedó registrado en un escucha.

Finalmente, Barrios habló con su sobrino preso. «Yo soy una mujer grande y no estoy para puterío barato, no se tienen por qué meter a mi casa, nada más o sea no te estoy diciendo que vos me vas a sacar la casa ni nada, que no tienen por qué agarrar de juntadero mi casa, eso fue lo único que dije y ahí Samuel no tiene ninguna casa, porque vos sabes muy bien que la casas que eran de ellos, nos la quedamos tu tío («Guille» Cantero) y yo», dijo la mujer.

Mientras que el joven Cantero respondió: «yo tampoco me engancho en los puteríos baratos, pero se ve que a vos te llegan con puterío y vos te los crees».

Entonces se mostró desafiante con la figura de su tío. «Quédate tranquila que en la casa esa no se metió nadie, si ustedes cierran mal la casa es problema de ustedes y acá a Guille no lo metas, porque Guille no corta ni pincha conmigo y el barrio es mío», dijo.

Y agregó: «Quédense tranquilos que el barrio es mío, ahora estoy yo, yo soy el barrio ese sabés, el barrio si quiero me lo dejo todo para mí, decile vos y a quien vos quieras, corta».

 

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