El caso de Ismael Ramírez se expandió por las redes sociales tan rápido como las escenas de distintos intentos de saqueos que se sucedieron en diversos puntos del país. Por un lado, muchos pidieron justicia por el niño de 13 años, asesinado de un disparo que se especula provino del dueño del supermercado o de un policía; otros intentaron mostrarlo como un delincuente, como si acaso eso justificase su fatal destino.

Tanto de un lado como del otro hubo una gran marea de desinformación, y lo que más se repitieron fueron fotos erróneas, principalmente de niños con armas que no eran Ismael.

Ante ellas, principalmente, y ante los medios y periodistas que levantaban esa información como cierta, fue que su hermano Daniel Ramírez les escribió, con “mucha bronca” y “mucha tristeza”.

“No se imaginan lo que se siente haberlo visto morir y encima escuchar tantas mentiras sobre él en los medios, en las redes; que aparezcan fotos de otra persona con un arma, que inventen cualquier cosa para denigrarlo, que omitan su nombre… ¡Ismael Ramírez se llamaba!”, escribió el joven en una carta publicada por La Garganta Poderosa, titulada “Dejen de mentir sobre mi hermano”.

En el texto de cinco párrafos, en donde Daniel relata sobre la vida con su hermano, quién era él y el momento de su muerte, arroja un dato que lo vincula a Rosario y a un club de la ciudad: Central.

Es que la familia Ramírez, como también compartió la Coordinadora de Derechos Humanos del Fútbol Argentino, vivió varios años en Santa Fe y más precisamente en Rosario, en Carrasco y las vías del ferrocarril Belgrano, Empalme Graneros.

Fue allí, en ese tiempo en la ciudad, que Ismael tiño de azul y amarillo su corazón, o como describió Daniel, donde “nació su mayor pasión: Rosario Central”.

“En casa siempre ayudaba y nos hacía divertir con su ingenio, aunque a veces se ponía cargoso. Lo voy a extrañar cada segundo de mi vida. ¿Con quién voy a salir ahora a caminar? ¿Quién me va hacer reír a carcajadas? ¿Quién me va a molestar todas las mañanas? Les juro que va a ser insoportable no tenerlo nunca más a mi lado”, fueron algunas de las frases que Daniel Ramírez escribió para su hermano, asesinado en el marco de un presunto intento de saqueo en la localidad chaqueña de Sáenz Peña.

“Con mi familia exigimos justicia por Ismael y que metan preso a quien gatilló, para calmar un poco este dolor. Si queremos que esto no se repita, el pueblo debe vivir mejor”, cierra el texto.

A continuación, la carta completa:

Tengo mucha bronca, mucha tristeza. No se imaginan lo que se siente haberlo visto morir y encima escuchar tantas mentiras sobre él en los medios, en las redes; que aparezcan fotos de otra persona con un arma, que inventen cualquier cosa para denigrarlo, que omitan su nombre… ¡Ismael Ramírez se llamaba! Era tranquilo, querido por todo el pueblo, no molestaba a nadie. Un pibe bien educado, que de la escuela volvía al barrio e iba a jugar a la pelota con sus amigos, o a las bolitas con los más chiquitos.

Varios años vivimos en Santa Fe y de ahí nació su mayor pasión: Rosario Central. En casa siempre ayudaba y nos hacía divertir con su ingenio, aunque a veces se ponía cargoso. Lo voy a extrañar cada segundo de mi vida. ¿Con quién voy a salir ahora a caminar? ¿Quién me va hacer reír a carcajadas? ¿Quién me va a molestar todas las mañanas? Les juro que va a ser insoportable no tenerlo nunca más a mi lado.

El lunes por la noche fuimos a buscar a mi mamá que había ido a visitar a unos conocidos. De casualidad pasábamos frente al supermercado cuando de repente escuché un tiro. Miré al costado y mi hermano ya estaba tirado. Le hablé y le hablé, pero no me respondía. Los vecinos llamaron a la ambulancia en vano porque la Policía no dejó que pasara. Al llegar al hospital no lo pudieron salvar.

Resistir se está volviendo muy difícil en Sáenz Peña, porque casi a diario aumenta el precio de la mercadería. Parte de la sociedad, que quizá nunca pasó necesidades, piensa que la gente reclama por gusto. ¡No es así, todo lo contrario! La gente va porque la está pasando muy mal, porque necesita, porque tiene hambre.

Con mi familia exigimos justicia por Ismael y que metan preso a quien gatilló, para calmar un poco este dolor. Si queremos que esto no se repita, el pueblo debe vivir mejor.

* Por Daniel Ramírez, 
hermano de Ismael,
nene de 13 años asesinado en Sáenz Peña, Chaco.