A tres años de la muerte de Diego Armando Maradona, los fiscales presentaron ante el tribunal oral del partido bonaerense de San Isidro que llevará a delante el futuro juicio, la lista de 189 testigos y la prueba documental con la que intentarán probar en el debate que el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov y los otros seis profesionales de la salud fueron los responsables de un «homicidio simple con dolo eventual».

La presentación fue realizada el viernes de esta semana por los fiscales adjuntos de San Isidro, Patricio Ferrari y Cosme Iribarren, ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de dicho Departamento Judicial que estará integrado por la jueza Verónica Di Tomasso y el magistrado Maximiliano Savarino, mientras que el tercer integrante será sorteado.

Fuentes judiciales que algunos de los testigos destacados son las hijas del «10», Dalma, Giannina y Jana; su exesposa Claudia Villafañe; y sus hermanas Claudia Nora, Ana Estela, Elsa Lucía y Rita Mabel Maradona, según reconstruyó Télam.

Además, los fiscales propusieron que declaren su hermano Raúl «Lalo» Maradona y sus exparejas Rocío Oliva y Verónica Ojeda, madre de Dieguito Fernando, producto de la relación que tuvo con el astro futbolístico.

También está previsto el testimonio de los abogados Víctor Stinfale y Matías Morla. Sobre este último, cabe recordar que una de las querellas intentó que quede como imputado en la causa, pero finalmente declarará como testigo.

La fiscalía propuso que testifiquen Cristian Maximiliano Pomargo, ex mano derecha de «Pelusa» y además cuñado de Morla, y Jonathan Alejandro Espósito, quienes convivían con el exfutbolista en la casa de Tigre donde falleció.

Asimismo, en la lista de 189 testigos figuran el doctor Alfredo Cahe, la cúpula policial que intervino tras el hecho, y los peritos que dieron sus conclusiones sobre la autopsia.

Finalmente, los fiscales ofrecieron 148 pruebas documentales que podrían ampliarse en la audiencia previa al juicio oral que tiene previsto alrededor de 30 jornadas.

El 18 de abril último, la Sala III de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro confirmó que los ocho imputados vayan a juicio oral acusados de haber cometido un «homicidio simple con dolo eventual», tal como habían dispuesto el año pasado los fiscales y el juez de la causa.

Los camaristas Carlos Fabián Blanco, Gustavo Adrián Herbel y Ernesto García Maañón había resaltado en su fallo de hace seis meses: «La acusación pública efectuó una completa descripción del Hecho 1 (el homicidio con dolo eventual de Maradona), enumerando las acciones u omisiones que consideraron reprochables a cada uno de los imputados y que, a su entender, habrían incidido en el fatal desenlace endilgado».

«La fiscalía inicia su imputación indicando quienes se encontraban a cargo de la atención del paciente, ubicando en tiempo y lugar la situación apuntada, para luego referirse específicamente a cómo fue el desempeño de cada uno de ellos, según los roles asumidos, estableciendo de qué modo sus inconductas determinaron la muerte de Maradona», dijo en su voto el juez Herbel.

Los jueces de la Cámara también avalaron la Junta Médica clave que complicó a los ocho responsables de la salud imputados y rechazó los sobreseimientos y el cambio de calificación que habían propuesto varias de las defensas, entre ellas las de Luque y Cosachov, por la figura del «homicidio culposo» (con una pena menor de 1 a 5 años de cárcel).

Además de los ya mencionados Luque (41) y Cosachov (37), los otros seis imputados que tiene la causa son el psicólogo Carlos Ángel «Charly» Díaz (30); la médica coordinadora de la prepaga Swiss Medical, Nancy Edith Forlini (53); el coordinador de enfermeros Mariano Ariel Perroni (41); los enfermeros Dahiana Gisela Madrid (38) y Ricardo Omar Almirón (39); y el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna (49).

El equipo de fiscales los acusó a los ocho como coautores de un «homicidio simple con dolo eventual», con pena de entre 8 y 25 años de prisión.

El 22 de junio del año pasado, el juez de Garantías 2 de San Isidro, Orlando Abel Díaz, quien luego se excusó y en la causa pasó a intervenir su colega Martínez, elevó el expediente a juicio oral, pero las defensas de los ocho imputados apelaron aquella resolución y desde entonces estuvo bajo el análisis de la Sala III de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Isidro, que en marzo hicieron una serie de audiencias orales con las defensas y en abril emitieron su resolución.

Cuando elevó la causa a juicio, el juez Díaz sostuvo que los ocho imputados no cumplieron «con el mandato de actuar que la buena práctica médica colocaba en sus cabezas», y que como «garantes» de la condición del exfutbolista, tuvieron la posibilidad de «revertir» su cuadro cardíaco y no lo hicieron.

Los fiscales Ferrari, Iribarren y Laura Capra y el juez Díaz coincidieron en que todos deberán enfrentar una imputación como presuntos coautores de un «homicidio simple con dolo eventual».

Según la hipótesis fiscal planteada en el requerimiento de elevación a juicio, el equipo médico de Maradona fue «deficiente», «temerario» e «indiferente», sabía que el «10» podía morirse en el estado en el que se encontraba y no hizo nada para evitarlo.

Maradona, una de las mayores figuras de la historia del fútbol mundial, murió a los 60 años de un edema pulmonar y una falla cardíaca el 25 de noviembre de 2020 en una casa del barrio privado San Andrés, de Tigre, donde transitaba una cuestionada internación domiciliaria por su adicción al alcohol y luego de haber sido sometido a una neurocirugía.

La autopsia estableció que murió como consecuencia de un «edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca crónica reagudizada» y descubrieron en su corazón una «miocardiopatía dilatada».