Este lunes por la tarde 11 personas fueron imputadas por la temeraria fuga del penal de Piñero, ocurrida el 27 de junio de 2021, cuando con apoyo armado externo, ocho internos huyeron de la cárcel en medio de un feroz intercambio de disparos con los guardiacárceles.

Los fiscales Franco Carbone y Aurelio Cicerchia destacaron que con las nuevas imputaciones, las penas en expectativa para los convictos que huyeron son mucho más altas y con esto se busca dar un mensaje a todos los reclusos. Los fiscales señalaron además que los teléfonos celulares de los internos tuvieron un rol fundamental en la huida, pero apuntaron que no se puede hablar de «complicidad» del Servicio Penitenciario, sino más bien de falencias de seguridad.

Claudio Mansilla, Sergio Cañete, Alejandro Antonio Schmittlein, Ezequiel Rodolfo Romero, Joel Isaías Rojas,  Alejandro Andrés Candia, Daniel David Piscione y Martín Alejandro Cartelli son los reclusos que se habían fugado y que fueron acusados este lunes. Además, fueron imputados Rodrigo Leonel G., Franco Ezequiel C. y Elisa Magdalena A. Esta última fue sindicada como la persona que que manejaba uno de los autos en los que huyeron los reclusos y los dos primeros están sospechados de haber cortado los tejidos del penal con una amoladora y luego entrar a los tiros al predio.

«Hemos imputado a los últimos tres evadidos recapturados, y al resto se les recalificó el hecho. A todos los evadidos les hemos imputado también, además de la evasión agravada por el uso de armas, se les imputó la portación ilegítima de armas de guerra utilizadas en el contexto de la evasión», explicó el fiscal Carbone. El funcionario detalló además que, a lo largo de la extensa investigación, lograron recabar pruebas más que contundentes, como cotejos balísticos y pericias a los teléfonos celulares, que no dejan dudas de como se llevó a cabo el hecho y que permitieron determinar los roles de cada uno.

En ese sentido, Carbone puso como ejemplo el caso de Cañete, a quien señalan como el ideólogo del plan. «Estuvo comunicado minuto a minuto con el teléfono celular, hasta las 17.10, hora en que se concretó la fuga, que no podría haber ocurrido sin esas comunicaciones».

En cuanto a las tres personas de afuera que participaron del hecho, Carbone especificó que se les achacó «favorecimiento doloso de la evasión y también portación de  armas de guerra».

En cuanto al Servicio Penitenciario, los fiscales apuntaron que no corresponde a la órbita del MPA investigarlo, pero remarcaron que hubo autocríticas en cuanto a los protocolos de actuación y se tomaron algunas medidas para corregir y evitar otras situaciones. «No se puede hablar de complicidad en la fuga, pero sí fueron muchas las falencias que detectamos. Por ejemplo las cámaras no funcionaban,  los tejidos perimetrales eran muy fáciles de ser franqueados, no había comunicación entre los distintos centinelas en las distintas garitas cuya función es defender el predio» especificaron.

Los funcionarios judiciales destacaron el trabajo del MPA para la recaptura de los 8 evadidos. «Fue un trabajo arduo, hubo muchos fiscales investigando además de distintas fuerzas de seguridad, concretamente la sección operativa de la Agencia de Investigación Criminal y la reciente Unidad Especial de Investigación contra el Crimen Organizada. Durante el año hubo múltiples medidas de allanamientos e intervenciones telefónicas, que posibilitaron la aprensión de los evadidos y concretamente, de Mansilla». Y remarcaron: «Fueron más de 70 allanamientos los que se hicieron para dar con Mansilla, pero lo más importante de todo esto es que se ha recaratulado la causa para todos y eso significa penas en expectativa mucho más altas».