MIéRCOLES, 27 DE NOV

Echaron al director del penal de Ezeiza ante presunta fuga del narco “Mi Sangre”

El Servicio Penitenciario detectó material en poder de Henry de Jesús López Londoño que revelaría su liberación por parte de un grupo comando. En la celda del detenido encontraron un iPhone, conexión a internet y un mapa de la zona.

 

El director del penal de Ezeiza, Héctor Retamozo, y otros dos funcionarios fueron pasados a disponibilidad esta tarde, luego de descubrirse que se estaba planificando el rescate por parte de un grupo comando del supuesto narco colombiano Jésus López Londoño, alias «Mi Sangre», informaron fuentes del Servicio Penitenciario Federal.

El sindicado líder narco colombiano Henry, detenido en Argentina desde 2012, iba a ser presuntamente rescatado del penal de Ezeiza por un grupo comando tras un ataque planificado a fin de evitar su extradición a Estados Unidos.

Fuentes del Servicio Penitenciario Federal (SPF) informaron que la situación se descubrió ayer a las 14 luego de que se detectara que la abogada de López Londoño, María Gabriela Ricagno, pretendía ingresar a la cárcel con un plano detallado de los terrenos de la cárcel de Ezeiza.

En el mapa, también figuraban la ubicación detallada de comisarías y otras dependencias policiales próximas al penal, así como los barrios aledaños hasta el partido de Esteban Echeverría y una posible línea de escape trazada en rojo hacia Cañuelas.

Ante esta situación, la abogada fue demorada y recién liberada a las 21 y se dio intervención al juez federal de Lomas de Zamora Federico Villena y a todas las fuerzas de seguridad para que estuvieran alerta.

El magistrado ordenó que se revisara la celda de López Londoño y allí se hallaron numerosas fotocopias de expedientes y dentro de ellas, en un hueco, un teléfono celular Iphone, dos chips y un módem portátil.

Una fuente explicó que López Londoño, que es un interno «de alto riesgo», sólo estaba autorizado a tener una laptop pero sin conexión a Internet, lo cual pudo haber logrado a través del módem.

El presunto narco también guardaba un centenar de discos compactos que al ser revisados tenían grabados videos del espacio aéreo del penal, lo que -sumado a los elementos anteriores- hace creer a los investigadores que iba a ser rescatado por un grupo comando, por ejemplo, utilizando un helicóptero.

Esa zona es habitualmente controlada por los radares del aeropuerto de Ezeiza y no está permitido el paso de ninguna aeronave.

Debido a que López Londoño es millonario, se cree que para llevar adelante el plan no sólo pudo haber contratado a algún grupo decidido a atacar la cárcel y rescatarlo, sino que también compró voluntades dentro del penal, señaló un investigador.

Por eso, esta tarde fue pasado a disponibilidad el director del penal, Héctor Retamozo, y otros dos funcionarios que se cree que tuvieron vinculación con el ingreso del teléfono y los otros elementos hallados.

En tanto, la Jefatura de Asuntos Internos del SPF investiga a todos los efectivos que mantuvieron contacto con el detenido el viernes y los días anteriores, que por ahora no están cumpliendo funciones.

López Londoño se encuentra detenido en el pabellón 6 del penal, un módulo de baja conflictividad, pero es sometido a estrictas medidas de seguridad y una cámara vigila sus movimientos las 24 horas por orden del juez federal Sebastián Ramos, que ordenó su extradición a Estados Unidos en mayo para ser juzgado por narcotráfico.

Un vocero señaló que el detenido está aislado del resto de los presos y sólo sale una hora por día al patio, pero no toma contacto con otros detenidos.

Tras lo ocurrido ayer, se extremaron aún más las medidas y se ordenó que reciba menos visitas y que se hagan cambios periódicos de los penitenciarios que lo custodian.

No obstante, se descubrió que hace alrededor de 20 días gente que habitualmente concurre al pabellón 6 intentaba hacerle llegar cosas a «Mi Sangre», como por ejemplo un whisky.

La principal sospecha es que el rescate del narco está relacionado a que es inminente un fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que confirme su extradición a Estados Unidos, tal como lo resolvió Ramos tras el juicio efectuado en mayo.

López Londoño fue apresado el 30 de octubre de 2012 cuando cenaba junto a allegados y custodios en el restaurante «Fettucine Mario» del partido bonaerense de Pilar.

El operativo de detención estuvo a cargo de la entonces Secretaría de Inteligencia, que contó con la colaboración de la Dirección de Policía Judicial Colombiana y de Interpol Colombia.

López Londoño, que había ingresado diez meses antes a la Argentina, tení­a pedido de captura internacional, acusado de ser jefe del cartel «Los Urabeños», y estaba negociando desde hace algunos meses su entrega ante la Justicia de su país.

Pese a que Estados Unidos pidió formalmente su extradición apenas dos meses después de la detención, la defensa de «Mi Sangre» presentó numerosos recursos ante la Justicia para recusar a distintos jueces que iban interviniendo en su causa.

Además, logró suspender en dos ocasiones el juicio que debía efectuarse antes de ser enviado al tribunal de Florida, ya que su intención es quedarse en el país, donde viven su esposa y sus hijos.

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