MIéRCOLES, 27 DE NOV

Condenan a preso que desde la cárcel reclutaba «tiradores» para una banda narco

Sebastián Aguirre, de 33 años, fue condenado por asociación ilícita y por una sentencia anterior se unificó la pena en 7 años de prisión. Era quien se encargaba de buscar "mano de obra" para balaceras y extorsiones.

 

Sebastián Aguirre, quien ya estaba detenido por otros delitos, fue condenado este jueves mediante un juicio abreviado a una pena de cuatro años por reclutar desde prisión «tiradores» para la banda narcocriminal conocida como «Los Gorditos», liderada por el también condenado Brandon Bay, de 27 años, quien se hizo conocido por pedir que descuartizaran a sus rivales «con una motosierra, a lo mexicano», informaron fuentes judiciales.

Aguirre, que fue cuñado del jefe de la banda, fue condenado por el delito de asociación ilícita y por una sentencia anterior se unificó la pena en 7 años de prisión, informaron desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA).

La pena quedó establecida mediante un procedimiento abreviado que acordaron los defensores de Aguirre con el fiscal de la unidad de Balaceras, Pablo Socca, quien investigó a los «Gorditos» en una causa que ya tiene ocho condenados y varios imputados.

De acuerdo al juicio, Aguirre realizaba «tareas que le indicaban tanto Brandon Bay desde su lugar de alojamiento como Aldana Bay (su ex pareja)», mientras estaba preso por una causa anterior.

Según la acusación del fiscal, las tareas que desarrollaba en la organización criminal consistían en organizar atentados con armas de fuego, realizar gestiones para integrantes de otras bandas delictivas que sirven de apoyo a la de Bay, proveerles recursos materiales (como automóviles y motocicletas) y humanos, que ellos le solicitan».

Socca sostuvo que Aguirre cumplió esas órdenes «al menos desde el mes de octubre del año 2020 a la fecha, según las conversaciones interceptadas» en la investigación.

Aldana Bay, su hermana Flavia y la madre de Brandon -Érica Altamirano- también están imputadas como miembros de la asociación ilícita y dos de ellas fueron condenadas a 5 años y 6 meses de prisión por tráfico de estupefacientes, recordaron voceros judiciales.

El procedimiento abreviado homologado ahora por el juez José Luis Suárez indica que Aguirre «participaba de la organización de los distintos ataques armados perpetrados por la propia banda contra bandas antagónicas, encargándose puntualmente de coordinar desde su lugar de detención los objetivos o blancos de sus ataques».

Para eso, «reclutaba a los tiradores y les proveía los medios necesarios para la comisión de los diferentes delitos, como ser las armas de fuego y los medios de traslado».

Para el fiscal, las tareas que encargaba desde prisión Aguirre eran encomendadas también desde la cárcel por Bay, líder de la banda «Los Gorditos». Se trata de una organización criminal nacida al menos hace seis años en los barrios Tiro Suizo y la villa conocida como Flamarión, ubicadas en el sur de Rosario. Pero en otra causa seguida a Bay, el fiscal de la ciudad de San Lorenzo, Aquiles Balbis, estableció que el joven había extendido su influencia a la zona norte de esa localidad, ubicada a 30 kilómetros de Rosario.

A fines del año pasado, en una audiencia preliminar, el fiscal adelantó que pedirá la pena de prisión perpetua para Bay por tres homicidios ocurridos entre 2019 y 2020, cuando intentó hacerse fuerte en la venta de drogas al menudeo en San Lorenzo.

Escuchas macabras

El jefe de «Los Gorditos» ganó notoriedad pública en diciembre de 2020 cuando durante una audiencia el fiscal Socca dio a conocer escuchas judiciales en las que pedía descuartizar a sus oponentes en el negocio narco «con una motosierra, a lo mexicano». Se trata de un diálogo, justamente, de Bay con su entonces cuñado Sebastián Aguirre, ahora condenado.

«Escuchame, de paso van a buscar el Tornado y de paso matamos a un par de zombies. Me voy a llevar a uno», dice Bay, a lo que Aguirre responde «Y…uno hay que llevarse cuñado».

El jefe de la banda repone entonces: «No, uno, uno me voy a llevar… te mando un video con una motosierra, fijate cómo lo voy a cortar en pedazos, bien, bien a lo mexicano le voy a dar».

En la misma conversación, Bay dice «en auto me entran a buscar la moto y se llevan a uno y lo mando a cortar en pedazos y que se vayan de la casa. Le mando un video así con la motosierra, ahí pam, pam, cortándolo en pedacitos, que se vayan de la casa porque si no… que se vayan todos de mi barrio».

 

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