Una nueva ronda de testigos en el juicio por la muerte del gerente financiero de la empresa MC Catering, Diego Sarjanovic. Hoy tomarán relevancia los testimonios de la médica forense que realizó la autopsia sobre el cuerpo de la víctima y el médico policial que constató las lesiones de las imputadas luego de ser halladas dentro de su auto, intentando quitarse la vida.  También declaró el administrador del edificio de Moreno al 500.

Testigos

El departamento de Moreno 511 es un misterio. El administrador del edificio dijo que no conocía personalmente a Virginia Carolina Seguer. El testigo respondió a las preguntas del fiscal Miguel Moreno. Dijo que la mujer pagaba mes a mes pero en el último fue en el que más demoró e incluso aclaró que quedó una deuda pendiente de cinco meses de gastos centrales e impuestos, lo que deja entrever que en el último tiempo ya la acuciaban las deudas.

Luego fue el turno de una asistente de la Brigada de Homicidios que en el momento del hecho fue enviada a tomar testimonios en el entorno del departamento de Moreno 511.  Allí entrevistó a tres o cuatro personas. Una de ellas, un hombre, le comentó que a las 19.30 del día 4 o 5 de septiembre vio a Virginia Seguer entrando al edificio con un carrito y una caja de grandes dimensiones. Le ofreció ayuda pero ella se negó. También aclaró que la vio nerviosa. A las 10 de la noche volvió a ver a la mujer pero sin la caja.

El testimonio más esperado en esta audiencia fue el de la médica forense del Instituto Médico Legal que explicó los detalles de la autopsia. La forense dijo que Sarjanovic medía 1,87 metro y pesaba 104 kilos. El resultado de la necropsia arrojó que tenía hematomas en el rostro y presentaba múltiples heridas punzocortantes en el rostro, laterales del cuello, nuca, en la parte dorsal baja, en el tórax y laterales de abdomen. En total la forense contabilizó alrededor de setenta lesiones de arma blanca. Además aclaró que de ese total, quince fueron en la región de la nuca.

El dato relevante fue que la causa de muerte fue por hemorragia masiva externa, aunque aclaró que no había lesión de arma blanca de tipo mortal, eran heridas punzocortantes y las de mayor jerarquía fueron las que se encontraron en el cuello que ocasionaron lesiones en los vasos sanguíneos. Otras lesiones importantes fueron en el tórax, abdomen y zona lumbar que perjudicó los riñones, pero no había lesiones que pudieran provocar la muerte súbita. No se pudo determinar cuál fue la primera ni la última pero si se pudo saber que todas fueron en vida, es decir que la víctima tuvo momentos de sobrevida y agonía.

También se observaron lesiones en las manos y en los laterales de los brazos y entre los dedos de la mano derecha. Aunque las heridas del cuello disminuyeron la capacidad de reacción de la víctima se observaros lesiones defensivas, en general más superficiales que profundas. Las mismas se encontraban en el antebrazo y entre los dedos y cara lateral del brazo derecho. Tras el hallazgo del cuerpo se puede determinar que la muerte se produjo alrededor de sesenta horas antes, pero la médica aclara que no es preciso, sino estimativo.

Luego fue el turno de los resultados que arrojaron los exámenes médicos a las imputadas cuando fueron halladas cerca de la localidad de Las Vertientes, dentro de su auto intentando quitarse la vida.

El informe muestra que Virginia Carolina Seguer presentaba lesiones múltiples, recientes, escoriación dedo meñique, mano derecha, herida en palma derecha, brazo derecho, herida en miembro inferior derecho, escoriación en pierna derecha con hematoma, leve tumefacción en zona parietal izquierda, le que se conoce comúnmente como “chichón”.

En Alicia Fernández también constataron lesiones.  La mujer presentaba múltiples lesiones, enrojecimiento en región dorsal de la mano derecha y hematoma en glúteo izquierdo,  todas producidas por medios contusos, es decir sin cortes. Las lesiones tenían una evolución de aproximadamente cuatro días.

Otra vez la cuestión financiera

Finalizados los testimonios de los forenses, la fiscalía volvió a insistir con la cuestión financiera, y así poder demostrar parte de su teoría, que es que las mujeres estaban acorraladas por las deudas.

Tres fueron los testigos convocados a ese fin, entre ellos un perito de la Corte Suprema de Justicia, quien intervino en la investigación a raíz de unos cheques de Virginia Seguer que estaban en poder de Matias Cura, de MC Catering. Y otros de los testimonios, de vital importancia, fue el de Andrés Marraso, quien reveló que en aquel tiempo, como parte de su actividad laboral, ejercía como «inversor» del emprendimiento textil de las acusadas, prestando dinero que luego Virginia Seguer le devolvía, y que, acorralada por las deudas, ella le vendió un terreno que tenia en común con su ex pareja, Nicolás.

Eduardo Jesús Martínez  relató que su labor consistió en verificar unos valores entregados por Cura a la Fiscalía el 15 de marzo de 2016, habían sido emitidos por Virginia Carolina Seguer y que estaban en poder de Matías Cura por los motivos que el había expresado en su declaración.

Según refirió Martínez, Cura dijo poseer en caja de MC Catering ocho cheques de los bancos Patagonia y Macro, con la firma de la acusada. También dijo creer que Diego Sarjanovic le había prestado a la mujer fondos disponibles de la empresa y puso en su lugar esos cheques para pagar a proveedores. Todos ellos fueron rechazados, algunos antes de la muerte de Sarjanovic, y otros después.

Martínez señalo que dichos valores se aproximaban a un monto de 240.000 pesos, y que comprobó fehacientemente que fueron emitidos por Virginia Carolina Seguer y la causa del rechazo de los mismos fue por falta de fondos en las cuentas.

En cuanto al testimonio del Marraso, puso de manifiesto que Seguer no solo tenía deudas con Sarjanovic, sino con muchos otros acreedores, y  pone en entredicho el supuesto robo que supuestamente había sufrido meses antes del crimen, robo en el que le habría sido sustraído el dinero de esa venta.