Esta semana la Cámara ratificó la condena de primera instancia al ex presidente Lula, favorito de la mayoría de los brasileños para las elecciones de octubre. Anotamos siete puntos sobre el contexto jurídico-político que rodea la decisión.

1. A sólo 1000 kilómetros de Rosario, la Cámara de Porto Alegre confirmó la condena del juez de primera instancia contra Lula, el favorito de la mayoría para las elecciones de octubre luego del golpe institucional contra la presidente Dilma Rousseff. Ambas decisiones se toman a pesar de la presencia de decenas de miles de manifestantes apoyando a ambos en las calles.

2. El corazón de este problema político de Brasil es la legislación de “ficha limpia” que prohíbe que un condenado en segunda instancia, pueda ser candidato presidencial. Lula tiene posibilidades de un recurso al Supremo Tribunal de Justicia (STJ) y un recurso extraordinario en el Supremo Tribunal Federal (STF), equivalente a nuestra Corte Suprema. En ambos casos la defensa de Lula puede solicitar que continúe en libertad mientras la sentencia no esté firme, y también pedir que no se aplique la Ley de “ficha limpia”. Políticamente puede apoyar a otro candidato de su confianza y continuar denunciando proscripción. No es tan lineal ni sencillo. Con Lula y Dilma fuera de la cancha, un candidato de ellos puede todavía presentarse.

3. Se lo acusa de haber recibido como coima un departamento en Guarujá (balneario ubicado a 50 kilómetros aproximadamente de San Pablo), la Santa Teresita de Brasil. «¿El departamento es suyo?». «No». «¿Seguro?». «Seguro». «¿Entonces no es suyo?». «No». «¿Ni un poquito?». «No». «¿O sea que usted niega que sea suyo?». «Lo niego». «¿Y cuándo lo compró?». «Nunca». «¿Y cuánto le costó?». «Nada». «¿Y desde cuándo lo tiene?». «Desde nunca». «¿O sea que no es suyo?». «No». «¿Está seguro?». «Lo estoy». «Y, dígame: ¿por qué eligió ese departamento y no otro?». «No lo elegí». «¿Lo eligió su mujer?». «No». «¿Quién lo eligió?». «Nadie». «¿Y entonces por qué lo compró?». «No lo compré». «Se lo regalaron…». «No». «¿Y cómo lo consiguió?». «No es mío». «¿Niega que sea suyo?». «Ya se lo dije». «Responda la pregunta». «Ya la respondí». «¿Lo niega?». «Lo niego». «O sea que no es suyo…». «No». – Según TN éste fue “fue más o menos (no es todo literal, sino una crónica)” parte del interrogatorio del juez Moro al presidente Lula. No hay un solo documento que pruebe que dicho departamento se encuentra a nombre del perseguido penal.

4. Moro es un juez mediático que ejerce la docencia también cerca de Argentina, en Curitiba y es presentado en los medios de comunicación dominantes y contrarios a Lula como un experto en la lucha contra la corrupción. América Latina cuenta con tres grupos de medios fundamentales, relacionados con la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se encarga de unificar la formación a la opinión pública. Son Televisa de México; Globo de Brasil; y Clarín de Argentina. A Moro le otorgaron el premio “Haciendo la Diferencia” del periódico O Globo. Cuando su figura fue en ascenso en los medios, la corporación judicial lo nominó para ocupar un cargo en el Tribunal Supremo. En 2016 fue elegido entre los 50 líderes con mayor influencia en el mundo por la revista “Fortune.”

5. Lula es un obrero tornero mecánico pernambucano de origen humilde, sindicalista, de 72 años. Es recientemente viudo. Su señora “dona” Marisa es quien bordó la primera bandera del PT. Ante Moro, Lula declara que “una de las causas de su muerte -por su señora- ha sido la presión que sufrimos. Por eso, me gustaría que usted –Moro- no la mencionase”. Lula se presentó tres veces para la presidencia y fue derrotado. Recién en la cuarta oportunidad fue electo. Es el fundador del Partido de los Trabajadores (PT). El gobierno del PT sacó a 40 millones de brasileros de la pobreza. Consiguió el mayor poder adquisitivo para los trabajadores brasileños desde 1979. Su programa Bolsa Familia benefició a más de 11 millones de familias, que representan alrededor de 44 millones de brasileños. Redujo drásticamente la deuda externa. En materia diplomática apostó al continentalismo latinoamericano. El ex técnico de la CIA Edward Snowden, reconoció espionaje diplomático por parte de EEUU a Brasil en el año 2013.

6. La causa es tal vez la más transcendental dentro del marco de un fenómeno continental americano de “lucha contra la corrupción”, “honestismo” y “lavajatos”, donde los fiscales y el poder judicial adquieren un rol protagónico. En el mismo, los medios de comunicación monopólicos y los partidos proclives a las relaciones bilaterales con las potencias mundiales, acusan fundamentalmente de corrupción a los movimientos próximos a la integración latinoamericana. Casos como el de Jorge Glas (vicepresidente de Ecuador), Raúl Sendic (ex vicepresidente de Uruguay), Cristina Fernandez (ex presidente de Argentina) y Dilma (presidenta de Brasil, depuesta por un golpe institucional) son ejemplos.

7. Lula denuncia “lawfare” o guerra judicial. Si “la guerra es la continuación de la política por otros medios” como enseña Clausewitz, la guerra jurídica o “lawfare” podría ser la continuación de la política por el medio judicial. Lo esperable es que la política no se defina en un despacho judicial, sino en las urnas.

* Abogado especializado en Derecho Político e Historia Constitucional / estudioripani@hotmail.com