La motosierra de Javier Milei todo lo arrasa y el programa de prevención del embarazo en adolescentes no es la excepción y está en peligro. El Plan de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA) podría desaparecer si no se renuevan más de 700 contratos que vencen próximamente.

En 2018, bajo la presidencia de Mauricio Macri se implementó este plan interdisciplinario que Alberto Fernández profundizó en su mandato. Ahora, Javier Milei pretende no renovar los contratos de los 709 profesionales de equipos interdisciplinarios que vencen la semana próxima.

No es un programa muy costoso, prevenir cada embarazo no intencional en adolescentes le cuesta al Estado apenas unos 60 dólares al año.

Bajo la órbita del Plan ENIA se encuentran contratos de 112 en Nación que trabajan en ESI en los programas de Salud Sexual y Salud Adolescente y 597 en centros de salud, espacios comunitarios y escuelas en Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco, Formosa, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Salta, Jujuy y provincia de Buenos Aires.

La implementación de este importante programa redujo casi un 50 por ciento el embarazo en adolescentes en la Argentina, en apenas cinco años y es modelo en Latinoamérica.

“El embarazo no intencional en la adolescencia es una de las principales causas del abandono escolar en el nivel secundario y genera barreras al momento de la inserción laboral de las/os adolescentes, entre otras muchas consecuencias” detallaba el informe realizado en 2018 por el gobierno de Mauricio Macri para presentar el programa.

Dentro del extenso informe se especificaba que Siete de cada diez adolescentes menores de 20 años manifestaron no haber buscado su último embarazo; ocho de cada diez de las niñas y adolescentes menores de 15 años sostuvieron lo mismo. Diversos estudios muestran que, de cada diez adolescentes, seis abandonan la escuela al quedar embarazadas.

Los desafíos del Plan Enia

Este programa reconoce el impacto que el embarazo no intencional tiene en la vida de las adolescentes, así como el derecho de ellas y ellos a tener una vida sexual libre y plena sin discriminaciones de género, a tomar decisiones informadas en virtud de su autonomía progresiva, y a crecer y desarrollarse en entornos libres de violencia, en el marco de un clima cultural propicio que facilite el ejercicio de esos derechos.

Los números revelan el impacto del programa de prevención

El Plan de Prevención del Embarazo no Intencional en la Adolescencia (Plan Enia) se implementa para dar respuesta integral a uno de los problemas que más afecta a adolescentes en la Argentina. Cada año, alrededor de 80.000 adolescentes tienen un hijo, y 7 de cada 10 adolescentes no han deseado ni planificado ese embarazo.

En 2019, 69.803 adolescentes entre 15 y 19 años y 1.938 niñas menores de 15 años tuvieron un hijo o hija. Entre las menores de 15 años, esa proporción llegaba a 8 de cada 10 embarazos.

Entre 2018 y 2021, que son los últimos datos disponibles, se logró que la tasa de fecundidad adolescente (que mide la cantidad de hijos nacidos vivos por año sobre el total de adolescentes) se redujera de 49 a 27 por ciento. Es decir, solo 27 por ciento de chicas de 10 a 19 años se convirtieron en madres, lo que significa una caída de casi el 50 por ciento en tres años.

En 2021 fueron madres 8,8 por ciento de las niñas de 10 a 14 años, lo que implicó una reducción del 43 por ciento de casos en esa franja, donde la mayoría de las gestaciones, se presume, provienen de situaciones de abuso o coerción sexual o violación, lo que hace más complejo aun su prevención.

Las últimas cifras disponibles muestran que 46.236 adolescentes entre 15 y 19 años y 1.394 niñas menores de 15 años tuvieron un hijo o hija en 2021. Es decir, hubo 23.567 menos chicas de 15 a 19 años que se convirtieron en madres y algo más de medio millar menos entre las más pequeñas.

Plan Enia Informe de Monitoreo Anual 2021 by Conclusión Diario Digital on Scribd