Por Graciana Petrone

Con una serie de obras que incluye “El Silencio más ansiado” – dibujo sobre tela de más de diez metros de largo–, entre otros trabajos en donde fluyen también la vida, la muerte, la abstracción y la búsqueda constante del deseo, la reconocida artista plástica Laura Capdevila expondrá en la Cámara de Diputados de la Nación en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La inauguración de la muestra será el próximo 22 de noviembre a las 18.30 en el entrepiso del Anexo A del Congreso, ubicado en avenida Rivadavia 1841. La exposición se extenderá, en principio, hasta el 2 de diciembre y podrá visitarse de lunes a viernes de 8 a 20.

Líneas, tintas de diferentes colores y texturas y espacios en blanco que aparecen como figuras en continua mutación se esparcen sobre lienzos gigantescos adonde la artista se sumerge, hasta lo más profundo, para concluir una obra que parece acercarse más a lo infinito, a ese soporte vital que genera la espacialidad en su más amplio sentido, como aquello que no acaba nunca.

La curadora de la muestra de Capdevila en el Congreso es Daniela Zattara, quien forma parte del área de Cultura de la Cámara, mientras que la invitación formal para la muestra surgió de la diputada nacional Ximena García.

Días antes de su viaje a Buenos Aires, Capdevila dialogó con Conclusión sobre la convocatoria, su proceso creativo, los materiales que utiliza y, en especial, acerca de la pulsión creativa que la lleva a sumergirse en la obra, sin que esto último sea una suerte de metáfora. De hecho, no son solo sus manos sino el cuerpo como un todo que se sumerge para llegar a cubrir superficies de diez metros cuadrados o más.

Además de “El Silencio más ansiado” también se expondrá otra de sus obras que tuvo su paso en el Centro Cultural Fontanarrosa de Rosario: “El poder y la magia”, dibujo en tela hecho con tinta lainer, tiza pastel y acrílico que mide diez metros y medio de largo por uno y medio de alto, un trabajo que comenzó a fines de 2019 y que terminó en 2021 y fue, según contó, algo que la mantuvo emocionalmente sana durante tiempos de pandemia.

—¿Cómo surge la convocatoria para exhibir en el Congreso de la Nación?    

— Con tanta exposición en las redes e internet, yo subía fotos dando clase en mi taller, a veces pintando y otras con mis alumnos, y entonces Daniela Zattara, curadora del espacio de Cultura del Congreso, me preguntó si lo que “estaba atrás” era mío. Le dije que sí. Quedó en pasar por mi taller, pero no pudimos coincidir y le fui mandando fotos, después viajé a Buenos Aires. Era una serie que había comenzado en agosto del año pasado.

—Lo que vio Zattara fue “El Silencio más ansiado”. ¿Cómo es el proceso creativo de una obra de esta magnitud?

—Es muy importante el proceso en este tipo de trabajo porque es todo en el piso, lo máximo que puedo hacer es de a un metro y medio, por lo que tengo que tener una visión aérea. Eso lleva mucho de pensamiento hasta que lo podes proyectar, porque el dibujo es eso, proyección: a dónde pueden llegar a ir las líneas, los ritmos. Hay mucho tiempo en que uno está haciendo cosas en el aire. A veces con posiciones de equilibrista, en un momento estoy apoyada con dos puntos de mi cuerpo: una rodilla y un codo, nada más. Todo eso con jornadas de cuatro, ocho o diez horas. Después tengo que levantarme y cuando pinto sé que al otro día no puedo hacer muchas actividades porque necesito descansar.

—¿Cuáles son los materiales y soportes que utilizás?

—“El Silencio más ansiado” tiene base de acrílico amarillo, también goma de enmascarar para que queden los espacios en blanco en la tela de fondo y todas tintas diferentes: tinta china, algunos sectores en los que hay fibrones y una capa importante de biromes. Lo empecé en septiembre del año pasado, me llevó poco más de un año porque todavía lo sigo retocando.

—¿Cómo se llega a cubrir espacios tan enormes?

—Si bien los murales tienen una dinámica especial de trabajarse, en el caso de pintar sobre el piso lo hace quizás más complejo porque ya no son sólo la mano y la cabeza, sino el cuerpo entero. Todo el cuerpo sufriendo ahí.

—Si bien en muchas de tus obras hay abstracción, ¿hay temas en especial que abordás desde el dibujo?  

—Tengo, por ejemplo, “La cura definitiva”, una serie de dibujos y abstracciones de distintos tamaños. Es una serie que quiero mucho porque hace una relación directa con la muerte. Uso una frase robada al Flaco (Spinetta) que cuando estaba muy enfermo sacaba una carta o un comunicado oficial para que nos quedáramos tranquilos y decía: “Quédense tranquilos, estoy en buenas manos, voy hacia la cura definitiva”.

Me interesa mucho el tema de la vida, la muerte y la transformación. Otra serie se llama “Oriental vegetal” y tiene que ver con la transformación. Siempre en todos los dibujos o lo que se pueda ver mío está la transformación de un organismo a otro. Uno que termina de ser lo que es y empieza a ser otra cosa. Lo único que sé que es verdad es lo que veo y, lo que veo es vida, transformación y fin y transformación nuevamente. Trabajo con lo único que creo que es verdad.

—¿Hay posibilidad de vender obras tan extensas?

— Sí, de hecho se vendió una de cinco metros que estaba en manos de Paula Santillán quien también tiene otras obras mías, las mueve en el mercado. Hace posible cosas imposibles.

Acerca de la expositora

Laura Capdevila nació en Rosario. Hija de un dibujante y una fotógrafa, la imagen siempre fue natural para ella. En 1994  comenzó Letras y Bellas Artes, pero luego de cursar el primer año de las dos carreras en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), se quedó con la segunda y, una vez recibida de profesora y licenciada en Bellas artes, se especializó en Teoría y Crítica del Arte. Asegura que tiene ·una faceta importante en la parte teórica y que de hecho una de las materias que dicta es Historia del Dibujo.

Actualmente es directora de la Casa del Artista Plástico de Rosario. Sus obras forman parte de colecciones públicas y privadas. Participó en bienales internacionales, ponencias, congresos, muestras individuales y colectivas tanto dentro, como fuera del país. Fue premiada, coordinó clínicas y talleres.