Ya pasó el peor momento de las inundaciones y tanto el río Paraná como el Salado continúan disminuyendo su altura, luego de haber alcanzado grandes picos hasta mediados de enero inclusive. Sin embargo, este proceso es muy lento, por lo que todavía hay casi dos mil personas en la provincia de Santa Fe que continúan evacuadas de sus hogares, según informó el Ministerio de Gobierno y Reforma del Estado provincial.

En Rosario hoy en día no hay personas en esa situación, que afectó principalmente a la capital provincial, donde 611 personas de 168 familias se encuentran en los refugios recibiendo atención sanitaria.

La segunda localidad que más evacuados tiene es Santa Rosa de Calchines, donde 436 ciudadanos tuvieron que dejar sus hogares por precaución. Reconquista (100 evacuados), Las Toscas (94), San Javier (75), Colonia Margarita (150) y Arroyo Leyes (169) son otras de las localidades más afectadas.

Actualmente, la altura del río Paraná a esta mañana era de unos 6,16 metros al puerto de Santa Fe, mientras que en el río Salado, a la altura de Santo Tomé, registró una baja de dos centímetros, quedando en 6,12 metros, según indicaron los registros de Prefectura Naval Delegación Santa Fe y del observatorio de la UNL.

Pese a que se está realizando el operativo de retorno de las familias evacuadas de las zonas anegadas en la parte costera, las tormentas de los últimos días complicaron y retrasaron más el proceso, que de todas formas sigue siendo inminente.

En la Laguna Setúbal, frente a la costanera de la capital provincial, llegaron a advertirse en las últimas horas profusos mantos de camalotes, por lo cual las autoridades municipales continúan haciendo controles, los balnearios siguen cerrados y continúa prohibida la navegación.

Desde el Ministerio de Salud informaron que también se están llevando a cabo tratamientos de quimioprofilaxis para las personas afectadas. La dirección provincial de Red de Medicamentos y Tecnología Farmacéutica cuenta además con doxiciclina para la prevención de la leptospirosis. De igual manera continúan recorriéndose todas las zonas afectadas, proveyéndose de insumos como botas, pastillas potabilizadoras y medicamentos.

Los equipos de salud mental prestan servicio a los fines de acompañar a los damnificados y atenuar la problemática sobre el regreso al hogar para quienes ya pueden hacerlo.