El conflicto en la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Rosario se endurece a medida que pasan los días. Luego de que el miércoles cayera un vidrio del edificio nuevo e hiriera a una mujer, estudiantes tomaron distintas medidas para exigir seguridad y que se reanuden las clases.

Una de las decisiones de los alumnos fue tomar la facultad, acto que aún continúa, razón por la cual, a través de un comunicado, el decano de esa casa de altos estudios, José Goity y la vicedecana, Marta Varelay, decidieron suspender la sesión de consejo directivo que había sido convocada para hoy a la mañana. La resolución fue acompañada por los doce consejeros directivos

“La decisión se toma en virtud de permanecer la facultad tomada por agrupaciones político-estudiantiles. Además de la decisión gremial de no asistencia del personal no docente”, informó el comunicado a la vez que explicitó que sufrieron “manifestaciones de violencia verbales y físicas hacia el decano de la facultad por parte de algunos miembros de agrupaciones políticas».

Por su parte, el presidente del centro de estudiantes de la facultad informó en Radio2, que esta mañana una columna de alumnos se manifestó en la sede de rectorado de Maipú al 1000 para reclamar que se reanuden las actividades y que “las clases se podrían dictar en el edificio viejo”

En tanto, desde la agrupación “Santiago Pampillón” exigen la renuncia del decano de la Facultad.

“Estamos pidiendo la renuncia del decano de la Facultad de Humanidades y Artes, José Goity, y del secretario de Política Edilicia de la Universidad, Juan José Perseo, los grandes responsables de las negligencias que llevaron a esta situación. La culpa no es de los trabajadores de la construcción sino de las voluntades políticas de las autoridades que priorizaron inaugurar un edificio sin terminar en vez de garantizar condiciones dignas de trabajo y de cursado para la comunidad universitaria”, sostuvo por su parte Lucas Biagetti, de la agrupación El Grito.

El clima que se está viviendo en estos últimos días es bastante tenso, habiéndose disparado acusaciones cruzadas entre las autoridades de la Facultad y la Universidad, y los estudiantes. Estos últimos apuntan a la responsabilidad de los primeros, quienes por su parte han emitido declaraciones en las que sostienen que los obreros a cargo de la construcción son los culpables por una supuesta “mala praxis”.

Además, piden la creación de una comisión que investigue sobre el estado de la construcción y la licitación del edificio, “ya que la situación de riesgo había sido advertida hace algunas semanas por el gremio docente COAD y desoída por las autoridades de la Facultad, quienes mediante un correo electrónico con fecha del 15 de septiembre instaron a los docentes agrupados a dejar de hablar del tema” ya que las condiciones edilicias eran perfectas”.

Foto: Salvador Hamoui.