El secretario de Control y Convivencia Ciudadana de la Municipalidad de Rosario, Pablo Seghezzo, informó sobre la necesidad urgente de modificar la ordenanza Nº 7218 de Espectáculos Públicos y dijo que una de las pautas que propondrán desde el Ejecutivo es que “alrededor de una hora antes del cierre de las confiterías bailables se deje de vender bebidas alcohólicas para que la gente salga con un nivel menor de alcohol en sangre”.

“Hay que ir adaptando la norma y también prever qué se hace con los menores y que a los mayores de 18 años se les corte la venta de alcohol una hora antes del cierre (alrededor de las 4 de la madrugada). Creo que eso va ayudar”, agregó Seghezzo en un informe presentando hoy por el diario El Ciudadano.

Desde la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana se viene trabajando desde hace varios años en las inspecciones “internas y externas” de los boliches. Asegurarse que cada local cumpla con el cupo de gente que por habilitación tiene permitido y revisar que se encuentren en orden las salidas de emergencia como también los sistemas de matafuegos y la protección eléctrica del cableado para evitar que alguna descarga genere un foco de incendio, son algunas actividades de esta área.

En tanto, sobre la seguridad externa el funcionario explicó que junto a la Guardia Urbana Municipal (GUM) atienden lo referido a la desconcentración a las salidas de los boliches.

“En esa temática venimos trabajando porque hace a la seguridad, tanto de la gente que se va a divertir y de los vecinos”, agregó.

Desde el Concejo Municipal, el edil del PRO Carlos Cardozo sostuvo que aún falta mucho en materia de seguridad urbana a la salida de las confiterías bailables. También coincidió con que es imperiosa la reforma de una nueva ordenanza que regule el funcionamiento de los locales nocturnos, sobre lo que destacó que tras la presentación de un anteproyecto presentado en octubre pasado por sus pares Jorge Boasso, Osvaldo Miatello, Diego Giuliano y Roy López Molina que consta de 39 fojas y busca “simplificar los rubros”, como también mejorar los protocolos de actuación, que haya registros de oposición de vecinos, horarios de apertura y cierre específicos para confiterías bailables y controles en el cupo de personas de acuerdo a cada habilitación, entre otros aspectos. El mismo se encuentra en las comisiones de Gobierno, Seguridad y Producción, todavía no obtuvo despacho favorable su tratamiento en sesión.

“Es todo tan difuso que termina siendo perjudicado el que quiere diversión, el vecino y el empresario. Todos los actores de alguna u otra manera resultan afectados”, señaló Cardozo sobre la ordenanza vigente.

Además, el concejal hizo hincapié en que “faltan controles” y que a raíz de ello se producen todo tipo de conflictos que se dan, en especial, en la zona céntrica de la ciudad.

En este sentido, el edil marcó “varios puntos rojos” que habitualmente son escenarios de peleas o descontrol y marcó las zonas de Presidente Roca y Santa Fe en la que están los boliches Gitana, María y Bogart; la de Mitre y Zeballos en donde antes funcionaba la mega disco gay Gótika que ahora abre sus puertas pero con música electrónica.

“O se toman las medidas preventivas que correspondan o evidentemente la Municipalidad no le puede encontrar la vuelta. Debería haber una acción conjunta entre los dueños de los boliches y la Municipalidad, en donde las dos partes sean responsables de la convivencia”, dijo Cardozo. Y señaló un caso extremo en que los dueños de un hotel ubicado en Entre Ríos y cortada Ricardone se quejaron en el Concejo porque “perdieron clientes” debido a los ruidos ocasionados por los jóvenes que van a bailar a Free Pass, ubicado en Rioja al 1200, a media cuadra del lugar en cuestión.

Por su lado, Diego Giuliano, quien preside la comisión de Seguridad del Concejo, comentó que una de las modificaciones propuestas en el anteproyecto de una nueva ordenanza que regule los locales bailables, tanto para menores como mayores, es la instalación, de carácter obligatorio, de cámaras de videovigilancia dentro y fuera de los locales.

“Hay una cantidad notoria de muertes y también antecedentes de homicidios y violencia a la salida de los boliches que se deben prevenir y es por ello que planteamos algunas pautas como es el funcionamiento de un sistema de cámaras que registren lo que ocurre en el interior de las confiterías bailables y en la cuadra en donde están ubicadas”, expresó.