Por Florencia Vizzi y Alejandra Ojeda Garnero

Sebastián y Guillermo son hermanos. Y son bomberos. Pertenecen al cuerpo de Bomberos Voluntarios de Pérez. Y participaron como integrantes de la Unidad de Rescate en Salta  2141.

bomberos_perez_1

Guillermo y Sebastián Beas. Foto: F. Vizzi

Se los nota expertos en el tema, y orgullosos. Pero no en forma mezquina, es un orgullo humilde, del que sabe que tiene algo para dar y puede hacerlo.

Conclusión dialogó con ellos, para que tengan la oportunidad de contar de qué forma los marcó la experiencia como rescatistas en una de las tragedias más grandes que ha tenido la provincia de Santa Fé.

“Desde el punto de vista de emergentología,  fue la intervención más importante de la historia de Santa Fé, por la magnitud, la amplitud y la cantidad de víctimas involucradas, y por el nivel de respuesta que se tuvo que dar”- arranca Guillermo, explicando detalles del tipo de preparación que han tenido en el cuartel, y de los equipamientos que poseen,  materiales específicos para trabajar en estructuras colapsadas, herramientas hidráulicas, motodiscos, cojines neumáticos, estabilizadores equipo de rescate en altura, arneses, equipos autógenos, y herramientas específicas de la construcción, que se necesitan para el rescate en estructuras colapsadas y una unidad de rescate especial.

En relación a ello, aclaran que son una unidad especializada en rescate, y como tal fueron convocados, el día de la tragedia: “El impacto fue muy importante, imaginate que nosotros fuimos la primera unidad de respuesta en rescate que llegó después de los Bomberos Zapadores de Rosario”, -cuenta Guillermo- “la primer unidad completa que salió esa mañana, con 6 bomberos, lo primero que hizo es una evaluación de la situación, lo que se llama un “triage”, en primer lugar de estructuras, y a medidas que se hace el de estructuras, se va haciendo el “triage” de víctimas… es decir, a quien rescato y a quien no. Pasa por ahí”

Quien se encontraba de turno esa mañana fue Guillermo. Recuerda que imaginaba que “era algo bastante grave”, porque “estaba escuchando la radio, siempre escucho Radio Universidad, (que se encuentra cerca de la zona) y les vibró toda la radio. Y eso se escuchó en vivo. Y  a los cinco minutos me llamaron del cuartel para que me presente inmediatamente. Aunque no preví lo que se venía. Salimos despachados por una explosión de una caldera, como Unidad de Rescate. No sabíamos la magnitud, sólo que había un principio de incendio y gente en altura que había que rescatar, sólo eso”

Cuando íbamos llegando a calle Salta no veíamos humo, porque claro, al ser por combustión de gas, la emisión de humo era muy baja. Entonces, nos empezamos a desconcertar. A tres cuadras, ya comenzamos a notar que iba a ser algo grande. Y además,  ¡el rostro de la gente!»-cuenta rememorando esos primeros momentos.

Hablando de las primeras horas que siguieron al estallido, se refiere a que a veces, la gente que intenta ayudar en estas situaciones, a veces complica, a pesar de la buena voluntad: “Una de las problemáticas más grandes que tuvimos, más allá del caos de la escena, fue toda la gente sin capacitación que, queriendo ayudar, se convertía en víctima. En la torre del lado sur, en la que teníamos seis víctimas, tuvimos que rescatar a cuatro personas más que habían subido para colaborar,  pero no podían bajar.  Albañiles, vecinos, que frente a la magnitud de la emergencia sintieron la necesidad de hacer algo, entonces, en lugar de rescatar seis personas, tuvimos que bajar a diez, con todo lo que eso implicó, porque se nos retrasaron mucho las tareas por eso”.

“Bomberos Zapadores se hace cargo del incendio general del escape del gas, y todo el rescate de la torre norte, del lado de calle Salta, y nos da la autoridad para hacer lo mismo en la torre sur.  Hasta aquí, estamos siempre hablando de un rescate primario, no de la gente que estaba bajo los escombros. Porque el “triage” se hace siempre sobre la gente que uno puede retirar con probabilidad de vida. Salvo que encuentres un hueco y allí haya un cuerpo, como pasó con María Emilia (Elías), que la sacamos en seguida porque estaba a la vista”.

Coordinación

Al hablar sobre cómo se coordinaron los equipos y tareas de rescate, ambos reconocen que las primeras tres horas fueron complicadas, casi caóticas. Pero, señalan que tiene que ver “con la magnitud del incidente. Luego se fue acomodando. Y también tiene que ver con la experiencia. Porque una cosa es la capacitación teórica, pero cuando hay que llevarlo a la práctica, y el desastre es tan grande, y son tantas las agencias que intervienen, sin haberlo hecho nunca, es lógico. Guillermo explica que: “La coordinación la realizó la gente de Protección Civil de la provincia. Hace un tiempo largo que viene trabajando en la coordinación de todas las áreas. Siempre es un tema  muy difícil porque en estas ocasiones se sobrepasa la capacidad de respuesta no sólo de la ciudad, sino también de la provincia, por eso bajaron agencias nacionales de rescate.  Ese tipo de situaciones te implica una logística tanto de materiales como humana que sobrepasan cualquier capacidad. Es lo que se define, técnicamente, como un desastre”.

En calle Salta se aplicó lo  que se llama Sistema de Comando de Incidente –ahora es Sebastián quien sigue explicando cómo se trabajó- «que es la metodología y el procedimiento standard de cómo organizar  las multiagencias y las multijursidicciones en un evento catástrofe. Se trató de aplicar de la mejor manera. Pero hay organismos nacionales, provinciales, municipales. Una de las críticas y autocríticas que yo hago es que no hubo un encargado de prensa. Es decir, nosotros salíamos de ahí, y hablábamos con los medios, cada uno, por su cuenta, y eso no está bien. Eso debería haber estado a cargo un solo comunicador, que coordine la prensa, hora y lugar determinado, y pase el parte diario de prensa y punto”.

“Las tres primeras horas fueron críticas, pero se trabajó muy bien. Técnicamente, además, los rescates de estructuras colapsadas, llevan mucho tiempo. También, por el tipo de derrumbe que tuvo el edificio, porque no es lo mismo que colapse frontal o lateral, a que el derrumbe sea en «pastel» (es decir como una torta, un piso arriba del otro), aquí estaban las 12 lozas, una encima de la otra, había 10 lozas de altura acumuladas en cuatro pisos, más los tres subsuelos”-explican intermitentemente.

“Además, pasada esa primera parte, después de las 18, nos replegamos, porque ya había acabado el trabajo de primer impacto, y a partir de allí comenzaba la otra etapa, de organizar la búsqueda entre escombros. Entonces se armó una coordinación  con el Grupo de Emergencias de la Policía Federal» -explica Guillermo– «Bomberos Zapadores y el Grupo Especial de Rescate de la Policía Federal empezaron a marcar un norte de trabajo, porque si bien, nosotros teníamos toda la parte técnica, en lo táctico no teníamos experiencia. Cuando romper, cuando meter los perros. El  proceso, como y cuando hacerlo» –expone entusiasmado.  Y continúa: “Yo participé todas las noches y tuve un acercamiento importante con la gente del GER, porque yo quería estar allí, en el frente de trabajo. Esa es lo única forma de adiestrarse. Y bueno, se armó un buen equipo. Mucha de la logística que ellos necesitaban y no pudieron traer,  la teníamos nosotros. Y además, estábamos ávidos por aprender,  así que nos fueron guiando”

Que significó Salta 2141

Sebastián:

“Yo lo hablé con los chicos en nuestras reuniones de catarsis, a través de un proceso de Psicología en Emergencias, hemos aprendido herramientas para desactivar lo que se llama Trauma Post Emergencias».

«A mí, la primera sensación que me quedó es de adrenalina. Terminé la última noche, cuando se encontró la última víctima, y mientras todos estaban “festejando”, yo quería volver a los escombros. Durante varias semanas tuve esa necesidad de volver allá. Por lo táctico-técnico, por el trabajo. Me quedó toda una adrenalina en el cuerpo que llevó tiempo desactivarla».

«Yo no estuve en el momento más crítico, en las primeras tres horas de la emergencia. Para mí fue una experiencia espectacular, desde lo laboral, aprendí, aplique todo lo que me habían enseñado hasta ahora, conocí mis límites, desde lo  físico y lo psicológico, y me sirvió para entenderme a mí y para saber qué es lo que tengo que hacer y que no cuando ocurre una situación de éstas. Para  todo lo demás, nosotros ya estamos preparados, desde hace mucho tiempo, entonces no me afectó psíquicamente. Nosotros no tenemos contacto con los familiares, y no nos interesa tenerlo, porque esa no es nuestra función. En un sistema de comando cada uno cumple su función. Y si yo tengo que rescatar y quiero ponerme a consolar a los familiares, no cumplo mi trabajo y además me afectaría emocionalmente y ya no podría continuar. No es que no me interesen los familiares, que los desprecie, todo lo contrario, precisamente por ello, para poder hacer bien mi trabajo no me puedo involucrar. Este evento me ayudó a saber que estaba en buen camino y que estaba trabajando como uno aspira a hacerlo. Pero fue un evento que nos puso a prueba y sabemos que nunca podemos decir: “ya estamos preparados”, son eventos muy traumáticos, nunca se está del todo preparado.”

Guillermo

“El primer impacto fue realmente muy duro, y  a mí lo que me quedó marcado es el hecho de caminar por sobre la vida de las personas. Pero no sobre la vida en términos biológicos, sino sobre la vida… sobre sus fotos, sobre sus casas, sobre sus camas… que fue el primer impacto que tuvimos nosotros, en el momento de entrar al edificio, desde los dibujos de la chica que era artista hasta la foto del santo de una abuelita. Entonces, era esa sensación de pisar y no pisar. Como impacto emocional, eso me marcó muchísimo».

«Después, con respecto a los cuerpos y esas cosas, uno trata, para poder hacer este trabajo de despersonalizar eso. Pero, a mí, como persona, lo que me dejó fue la gran sensación de haber tratado de ayudar, aunque sea un poco, en una situación como esa.

Si algo nos caracteriza, es que generalmente corremos para el lado que toda la gente corre en contra. Y esto creo que nos demostró que algo estamos haciendo bien en nuestra vida como para estar en esos momentos.”