Más de 40 transportistas de personas con discapacidad dejaron de prestar el servicio por la deuda de Nación

La Asociación de Transportistas de Personas con Discapacidad de la Provincia de Santa Fe (Atraes) se reunió esta mañana con funcionarios del Ministerio de Salud provincial en búsqueda de soluciones que eviten el corte del servicio de traslados y atención a unas tres mil personas en Rosario dentro del programa Incluir Salud.

El presidente de Atraes, Pablo Bolego, dialogó con Conclusión y manifestó que en la provincia se vive una situación económica muy delicada. «Hemos visto días atrás al Gobernador pidiéndole al Gobierno Nacional que cumpla con las partidas presupuestarias destinadas. También vimos a la ministra de Salud (Andrea Uboldi) junto a otros 14 ministros de distintas provincias del país solicitando a la nación que declare la emergencia sanitaria. Es una situación grave», comentó.

«Tenemos información precisa de que la administración nacional no está enviando las partidas presupuestarias destinadas a pagar la prestación de transporte para personas con discapacidad. Por eso hacemos esta reunión, para destrabar este conflicto», agregó.

Al ser consultado por las expectativas que se tienen a futuro, Bolego dijo que la gestión provincial está haciendo todos los esfuerzos para tratar de llegar a fin de año, que es el periodo por el cuál se comprometió a enfrentar el gasto de transporte, ya que el transporte que pertenecía a Nación pasó, en el mes de enero de 2019, a las manos de la provincia de Santa Fe con una cápita que el gobierno nacional debía mandarle y no está mandando.

El presidente de Atraes también informó cuántos son los afectados por esta problemática. «Actualmente, la provincia de Santa Fe tiene alrededor de 20.000 personas con discapacidad, lo que significa cerca de 2.000 traslados diarios, así que es una situación muy difícil. No hacemos paro y evitamos constantemente perjudicar a las personas con discapacidad que ya están pasando un mal momento», puntualizó.

Según Bolego, «en Rosario y el Gran Rosario han dejado de brindar el servicio 46 prestadores, que ya dejan de ser oferta para las personas con discapacidad. Esto es parte de una situación coyuntural y económica muy compleja que empuja a la precarización del servicio. Hoy comprar gomas, reparar una unidad o cambiarla es muy difícil».