Rosario cumple este viernes 170 años desde que fue declarada como ciudad, un acto que se constituye como el primer documento público de una localidad sin acta de fundación. Desde aquel lejano 1852, su población creció hasta convertirse en uno de los centros urbanos más importantes de Argentina.

En este marco, cabe preguntarse de dónde salió el primer plano oficial de la ciudad y quién lo diseñó.

Seis años más tarde de la declaración de aquel 1852, el ingeniero genovés Nicolás Grondona realizó el primer plano e impulsó el primer Monumento a la Bandera, que finalmente se erigió en 1872.

Fuente: área de comunicación del Monumento Nacional a la Bandera

¿QUIÉN FUE NICOLÁS GRONDONA?

Tal recuerdan desde el área de prensa del Monumento Nacional a la Bandera, Grondona nació en la ciudad italiana de Génova en 1826, y en su juventud cursó estudios de ingeniería. También participó en la guerra de independencia italiana, como oficial a las órdenes de Carlos Alberto de Saboya. En 1842 los hermanos Nicolás y Marcelo Grondona migraron a este país país, y se afincaron en las provincias de Corrientes y a Entre Ríos, donde Nicolás efectuó algunos trabajos de mensura. Juntos también probaron suerte en Montevideo en 1849, trasladándose al año siguiente a Buenos Aires, y de allí a Rosario en 1856. Crearon la sociedad Grondona Hermanos con oficinas en la calle Comercio (hoy calle Laprida) 81.

En 1858 trazó el plano inicial de la ciudad de Rosario y en 1870 hizo lo mismo con la ciudad de Buenos Aires.

Desde 1865 a 1870, Nicolás Grondona vivió en Europa, asistiendo a la Exposición Universal de Paris de 1866. El 21 de abril de 1871 fue designado Ingeniero Municipal de Rosario y falleció en Buenos Aires el 26 de agosto de 1878.

EL PRIMER PLAN URBANO

El plano de 1858, más que un plano es una planificación urbana. Por entonces, el tamaño real de Rosario era el que había esbozado Timoteo Guillón en 1853.

Sin embargo, la visión adelantada de Grondona perfiló el futuro de la ciudad. Su traza cuadriculada albergaba lo propio de una urbe moderna: un mercado, un puerto, una mensagerias (correo), la plaza central y hasta un teatro. Un dato no menor, es el que el ingreso de la ciudad era destacado en costa natural, la cual fue el puntapié del desarrollo de la ciudad-puerto. En 1875 actualizó su mapa, destacando la Iglesia, la Jefatura (actual Correo Argentino), el extinto teatro Olimpo, y la Aduana.

EL PRIMER MONUMENTO A LA BANDERA

En 1871, Grondona es nombrado Ingeniero Municipal de Rosario, y un año después elevó una nota al entonces Consejo Ejecutor de Rosario que manifestaba:

“(…) en varios vecinos de esta ciudad ha surgido la idea de levantar dos monumentos conmemorativos en los puntos donde se enarboló por primera vez el glorioso pabellón argentino”.

La ubicación de cada uno correspondía a los lugares donde las baterías Libertad e Independencia juraron a la bandera el 27 de febrero de 1812. Estilísticamente, ambos monumentos estaban relacionados con las tendencias del siglo XIX para celebrar fechas históricas de relevancia, que consistían en columnas, obeliscos o pirámides basados con la arquitectura romana clásica.

En 1872 se emplazó el monolito correspondiente a la batería Independencia en la isla Espinillo, pero pocos años más tarde una creciente del río Paraná se llevó la construcción. Nunca se construyó el obelisco correspondiente a la batería Libertad en las costas de la ciudad.

Más allá de la efímera existencia del primer intento de conmemorar la creación de Belgrano en el sitio histórico, la obra de Grondona muestra como Rosario se imaginó tempranamente como cuna de la Bandera, a apenas 60 años del paso del entonces Coronel Manuel Belgrano.