Por Paulo Vigliercho
Frente al modelo de ajuste feroz que viene implementando la actual gestión libertaria a nivel nacional, el pueblo trabajador hará sentir su descontento en las calles de Rosario, este jueves. Desde temprano, organizaciones sociales, sindicatos, partidos políticos y sociedad civil en general marcharán por la ciudad para expresar el descontento con el rumbo implementado por los mandatarios nacional, en una clara señal de rechazo.
Se tratará del segundo paro general contra el gobierno de Javier Milei, nuevamente convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT), quien tras muchas y largas deliberaciones entre sus representantes se decidió a llevar a cabo, otra vez, una nueva medida de fuerza.
Las consignas de la amplia movilización que se espera son el contundente rechazo a las medidas económicas implementadas, con foco en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) y la Ley Bases, que profundizaron las precarias condiciones de vida que tiene que padecer un sector cada vez más amplio de la población, producto de decisiones que solo representaron, hasta el momento, malas noticias para el conjunto de la clase obrera.
Entre ellas, el aumento de precios desproporcionado, la tremenda licuación salarial, los incrementos en alimentos, prepagas, alquileres, medicamentos, educación, la destrucción de lo público, los recortes en área clave como salud, ciencia y tecnología, la desregulación de la economía, el crecimiento del desempleo, la pobreza y la indigencia, el sufrimiento de los jubilados.
Rosario viene siendo uno de los bastiones fundamentales de resistencia al modelo anarco capitalista pro mercado de Milei. Además del respaldo al primer paro general de enero, la ciudad también hizo sentir el clamor popular con marchas como la del Día de la Memoria (24 de marzo) y la de los estudiantes universitarios, erigiéndose como una de las urbes principales de lucha ante un Gobierno destinado a maximizar las ganancias de unos pocos, a costa de ‘Motosierra’ a sectores medios y bajos.
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La Plaza 25 de mayo, la Montenegro, la San Martín y el Monumento a la Bandera volverán a ser los escenarios base donde se concentrarán las protestas. Seguramente confluyan los diversos estratos que se manifestarán, integrando las demandas en una sola voz: no al ajuste, no al DNU y no a la Ley Bases.
Frente a la miseria planificada de Milei y su séquito, la ciudad reflejará un claro mensaje de freno a las políticas que solo hambrean al pueblo y benefician a muy pocos, con el peligro del otorgamiento de super poderes a un presidente carente de empatía, trato, afecto y diálogo con la gente, la que dejó claro más de una vez que no le interesa, evidenciando con los hechos que la verdadera ‘casta’ eran los laburantes y no los políticos.
Ante una política que parece ir a contra mano de los intereses nacionales, la respuesta del pueblo será total para recordar que las banderas no se bajan, que los derechos y conquistas se defienden en la calle, que por más redes sociales, trolls y fake news que pretendan desviar la atención de lo importante, la realidad es una sola, y es que un grueso importante de los argentinos se ve condicionado a empeorar su calidad de vida día a día producto producto de unos «representantes» que no los representan y privilegian favores personales.
