Por Federico Morel

El parkour es una disciplina deportiva, la cual pronto va a ser declarada de competencia olímpica, la cual está creciendo a pasos agigantados, y esto se debe a la importante participación de jóvenes atletas referentes que han logrado mantenerse en movimiento constante. En Rosario, Ismael alias Lambo_pk y Juan Cruz alias Cruzito.radd, como se hacen llamar en sus redes sociales, son quienes se han puesto al hombre la tarea de seguir convocando adeptos.

El parkour nació y se desarrolló en Francia a finales de 1980 cuando Raymond Belle, militar y bombero, comenzó a diseñar está práctica deportiva basada en el Método Natural, el cual fue inventado por George Herbert, un militar francés, y consiste en un completo esquema de entrenamiento que incluye saltos, carreras, equilibrios, entre otros ejercicios, y decidió utilizarlo para mejorar su performance como rescatista.

El hijo de Raymond, David Belle, se encargó de seguir este entrenamiento y comenzar a desarrollarlo en escenarios urbanos dentro de la urbe parisina con su grupo de «traceurs», los cuales se autodenominaron Yamakasi. Ya en la década del ´90, los mismos integrantes de este grupo popularizaron el deporte a través de películas, documentales y publicidades donde participaban con sus increíbles acrobacias.

Argentina comienza a moverse

En el año 2003, el parkour empezó a tener sus primeras performance acrobáticas sobre el cemento de la ciudad de La Plata y desde ese momento no ha parado de crecer exponencialmente, tanto en cantidad de personas que lo entrenan como en las exigencias y complejidad de los ejercicios.

Para el año 2019, Juan Ignacio Fernández Loleo fue el primer integrante federado de la Selección argentina de Parkour, siendo un hecho histórico y dejando en claro la importancia del deporte en el país.

El primer Campeonato Nacional de Parkour se llevó a cabo en Santa Fe, organizado por la Federación Santafesina de Gimnasia, el 7 y 8 de diciembre del año 2019, dando así inicio a un ascenso súbito como actividad deportiva.

Rosario aprendió a deslizarse con fuerza

Conclusión se encontró con Lambo y Cruzito en la plaza Florencio Sánchez, en 1º de Mayo y Mendoza, espacio que según los atletas de parkour, es una «buena plazita para saltar», y les preguntó sobre como es la vida para un atleta de esta disciplina urbana.

Cruzito  contó que le Parkour en Rosario «llega a mediados del 2006. Los primeros atletas eran de gimnasia deportiva y lo empiezan a practicar por su cuenta. A mediados de 2007, abren en el club Echesortu el primer grupo de Parkour».

El atleta contó que sus comienzos se remontan «al 2010, que tengo recuerdo. Porque cuando yo conocí el parkour ya lo hacía de antes sin saber lo que era. Me gustaba trepara árboles, hacer mortales, y una vez mi hermano me dice mirá lo que hacemos está en la televisión, fui a ver y ahí decía parkour. Entendí lo que era».

Por su parte, Lambo se quedaba después del colegio en el parque con los amigos practicando. «Yo empecé hace 4 años y medio, en 2019. Un día que salí de la escuela, fuimos a la plaza con unos amigos y había dos chabones tirando mortales y era una ronda de chicos. Me acerqué y nos empezaron a enseñar las cosas básicas».

Lambo agregó que él se hizo «amigo de estos dos y después de la escuela siempre nos íbamos a la plaza y saltábamos dos o tres horas. Estamos muy metidos».

Para el joven influencer de este deporte, el secreto es estar entrenado: «Tenés que estar entrenado. Coordinar la mente, la fuerza y la resistencia de tu cuerpo para poder entrenar Parkour«.

El deporte urbano se expande por toda la ciudad. Cruzito contó que «hay dos clubes donde se enseña: en zona norte Aolders y en el macrocentro club Echesortu. Y en zona oeste un centro cultural La casa del Ceibo. Para todas las edades».

«En Rosario abrimos un grupo que se llama RAD, Rosario Arte del Desplazamiento. Con el fin de que podamos solidificarnos y que el día de mañana podamos ir a trabajar representando el parkour», manifestó el deportista. y definió: «Haría falta ayuda del estado para meter un Parkour Park».

Cruzito concluyó: «Si bien nosotros nos exponemos a ciertos riesgos cuando hacemos Parkour, ese entrenamiento te da muchísima confianza y muchísimas más seguridades. El parkour es bueno para la sociedad. Te ayuda a enfrentar los problemas y a salir adelante. Ayudarse uno mismo para poder ayudar a los demás».