Luis es jubilado, tiene 75 años. Pese al frío y a veces la lluvia, monta desde hace un año -y todos los días- su puesto de venta de galletitas en bulevar Oroño y 3 de Febrero, en una zona muy transitada, en especial durante la temporada escolar.

“Humildemente salgo a vender los productos de H & C Exquisiteces”, cuenta orgulloso Luis Iván, sobre los productos que fabrica su hijo en base a las recetas de su abuela.

Además de brislé, también hace scones de cuatro quesos y pan de roquefort, pan casero, grisines y torta de hojaldre de manzana.

“Estoy hace un año y para la gente soy un conocido más. Trato de decirle a la juventud que siga estudiando, que no afloje, de que se viene algo muy difícil, muy jodido”, indicó el vendedor.

Y sostuvo que sigue trabajando porque lo hizo toda la vida. Que tuvo cincuenta años una juguetería en la ciudad de Gálvez -lo cual le valió el apodo de “el juguetero público nacional”pero se separó y se vino a vivir a Rosario.

“También hice radio, me dieron un premio: se llamaba Personas y Personajes. Porque en los pueblos hay muchos personajes, como la persona que arregla el reloj de la plaza”.

En Rosario ya es parte del boulevard Oroño. Cuenta que trata de dar un mensaje optimista a la gente, en especial a los jubilados.

Finalmente, aseguró que va a seguir vendiendo mientras tenga vida y que convoca a los jubilados para que se reúnan y hagan valer sus derechos.