Tres escuelas de la zona céntrica de Rosario que habían suspendido el dictado de clases por amenazas de balaceras retomaron este miércoles sus actividades normales, pero bajo custodia policial. Los efectivos estarán presentes los próximos quince días y después se evaluará si deben continuar en el lugar.

«Vamos a tener un móvil todo el día en la escuela, desde que abre a las 8 de la mañana hasta que cierra el turno noche, aproximadamente a las 22. Va a haber un patrullero y policías caminando», detalló Gabriela Andrada, directora del establecimiento educativo Leónidas Gambarte, una de las escuelas que estaba sin dictado de clases, en declaraciones a Conclusión.

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Los tres colegios que normalizaron el cursado este miércoles fueron las escuelas Leónidas Gambartes, Mariano Moreno y Bernardino Rivadavia, ubicadas en Paraguay al 1200. Todas contaban esta mañana con el mencionado respaldo del Ministerio de Seguridad provincial.

Según especificó Andrada, la presencia policial continuará en los establecimientos los próximos quince días y luego analizarán con las autoridades ministeriales si es necesario renovar el plazo de custodia.

Cabe recordar que la decisión de suspender las clases en estas escuelas se tomó luego de que la directora de la Leónidas Gambartes recibiera en su celular una amenaza que -según dijo entonces- advertía que «los chicos no estén en la puerta de la escuela porque iban a ser baleados».

En el marco de las investigaciones de este hecho y otros similares, este martes se llevó a cabo una docena de allanamientos en Rosario y Villa Gobernador Gálvez, en donde fueron secuestrados teléfonos celulares, todo tipo de dispositivos de almacenamiento electrónico y armas de fuego. Además, quedaron demorados tres menores.

Por las amenazas contra la escuela Leónidas Gambartes, ubicada en Paraguay al 1200, se llevaron adelante operativos en Rouillón al 3600, Bielsa al 6000 y Scharfspitz al 600.

En este contexto, Andrada reiteró que no cree que las amenazas hayan provenido de alguien de la propia institución, como pasó -tal quedó registrado en la investigación a cargo de la fiscal Valeria Haurigot– en otros hechos de estas características, donde los propios alumnos tuvieron un rol protagónico.