Por Elisa Soldano

Con la llegada de noviembre, Rosario empieza a palpitar la Fiesta de las Colectividades: un evento que se realiza desde hace 38 años y que reúne a las diferentes culturas que habitan la ciudad. Sin embargo, es casi un hecho que en el medio de la celebración – que se extiende por varios días- se registren inclemencias climáticas como lluvias y tormentas.

Si bien hay una fundamentación meteorológica para el fenómeno, la situación también es explicada por un mito urbano: cuenta la leyenda que, en las primeras fiestas de colectividades, la comunidad gitana pidió ser incluida en la celebración, pero al recibir una respuesta negativa lanzó una maldición para que la lluvia se haga presente cada noviembre, obligando a suspender algunas fechas.

“Noviembre casi siempre es una época donde llueve, dijeron que un gitano pidió poner un puesto en las colectividades, que no se lo dieron y ahí nació el mito de que en maldijeron las Colectividades. Es mentira. Nosotros somos cristianos y creemos en Dios”, dijeron Sergio Sánchez y Susana Cristo, integrantes de la comunidad romaní del barrio Las Delicias, en una entrevista que brindaron para el documental “Rom”.

En diálogo con Conclusión, el integrante de la etnia calé y miembro del movimiento de reflexión contra el antigitanismo Mil Duquelas, Emanuel García Conde, analizó: “Nuestros ancestros, frente las persecuciones y la marginación, solían usar un mecanismo para asustar que consistía en potenciar los miedos que el otro ya tenía. Así que mi pueblo les hacía creer que tenían el don de maldecir, ya que eran vistos como los distintos. Y la gente lo creía, de ahí nace la idea de que los gitanos maldecimos. Ellos tenían las armas, nosotros la palabra”.

Por su parte, el realizador audiovisual y director del documental “Rom” –que fue gestionado por la Facultad de Humanidades y Artes y aborda el mito de la maldición gitana– Darío Ares, habló con este medio y aportó: “Tuvimos la idea de empezar a pensar la exclusión de la comunidad gitana en las colectividades y desandar ese mito. Una de las entrevistadas nos decía que es una leyenda, que siempre llueve en noviembre y luego, cuando hablábamos de otras cosas y hacíamos bromas por fuera de cámara, ella misma decía ‘ojo, no te hagás el vivo, que te mando una maldición’. Un poco en broma, haciendo uso de ese mito para que lo pensemos como un chiste, pero también como algo con lo que ella nos quería asustar”.

Los gitanos pidieron formar parte de colectividades: ¿mito o realidad?

El presidente de la Sociedad Libanesa de Rosario, Néstor Hage, habló con Conclusión sobre el tema y señaló: “Lo de la maldición gitana obviamente es un mito. Yo estoy desde 1985, el primer año en que se realizó la fiesta, y no sé de dónde nació la cuestión. Supongo que surgió porque todos los noviembres llueve y alguien tuvo que justificarlo”.

“Noviembre es un mes de cambio, de una estación entrando a la otra y es por eso que hay tormentas. El mito ha alimentado una creencia popular que se afianza porque llueve, pero yo que estoy desde el primer año y siempre fui a las reuniones de colectividades como delegado, nunca ví que una comisión de la comunidad gitana haya pedido presentar su stand”, completó Hage.

En este sentido, aseguró que para presentarse en Colectividades es necesario “tener una institución que represente a un país, tener dos años o tres de antigüedad, tener personería jurídica y certificado de subsistencia”.

“El primer año quizás eran pocas carpas y la comunidad gitana quizá pretendió estar, no lo sé. Pero no es tan fácil participar en Colectividades, no solo tenés que representar a un país, sino a una institución”, detalló el presidente de la sociedad libanesa.

Consultado sobre si la Fiesta de Colectividades –que históricamente se realiza en el Parque Nacional a la Bandera– en algún momento se realizó en otra fecha, Hage recordó que en el año 2013 el evento tuvo lugar a mediados de noviembre a causa de que en la ciudad se iba a celebrar el rally Dakar y debían ejecutarse refacciones en Avenida Belgrano.

“Se movió un poco la fecha, pero no se hizo nunca en mayo o en abril, siempre fue en noviembre, en la estación de primavera. Históricamente se eligió este mes porque ya van terminando las clases, no se festeja el Día del Padre, de la Madre o del Niño, y en ese momento no había feriados largos”, explicó el referente libanés.

La explicación meteorológica

El motivo de que llueva en noviembre tiene su explicación meteorológica. El integrante del Centro de Monitoreo Meteorológico y Climático SAT, Jorge Giometti, explicó a este medio: “Lejos de las supersticiones, lo que ocurre es que estamos en una zona donde hay confluencia de los frentes fríos que todavía siguen llegando con bastante inercia y energía, y también tenemos frentes cálidos que van bajando del norte con aires húmedos”.

Y agregó: “La humedad que en esta oportunidad está aportando el evento de El Niño que empieza a impactar en nuestra zona, como el anticiclón semipermanente del Atlántico que se llama Santa Elena, que es el que nos aporta el viento del este, hacen que en esta zona y en esta época del año tengamos condiciones de mal tiempo”.

En este sentido, Giometti consideró que no es la mejor época para desarrollar eventos al aire libre porque noviembre suele ser uno de los meses más lluviosos del año. “Este ingreso de aire frío cuando choca con las masas de aire cálido genera tormentas. El frente frío termina ganando y aparecen los vientos fuertes del sector sudoeste, que provocan fuertes ráfagas”, explicó el especialista en meteorología.