Por Facundo Díaz D’Alessandro
En una nueva escena clásica de diciembre en el Concejo Municipal de Rosario, este lunes se vivió una jornada frenética de negociaciones para cerrar los detalles generales del Presupuesto 2020, entre algunos otros pedidos de la Intendencia, que serán aprobados en las primeras horas del martes 24 de diciembre, salvo que aparezca un cisne negro que en la medianoche del lunes brillaba por su ausencia.
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Así, Pablo Javkin obtendrá, a modo de “regalo navideño” en la previa de la Noche Buena, las “herramientas” para afrontar su primer año de mandato al frente de la Municipalidad.
Las claves del acuerdo general, que abarca varios bloques en distintos temas, incluirá además de los pedidos del intendente una ordenanza impulsada por Ciudad Futura para rebajar sueldo de concejales (probablemente será una suma fija y no el 30% inicial propuesto), conjuntamente con impuesto al “distrito/radio 7”, que se crearía para nominar barrios privados (el nombre no tiene que ver con el local partidario y aún no estaba definido).
La reducción del “gasto político”, una tara de la hora que baja de la opinión pública nacional, implicará un ahorro aproximado de 900 mil pesos por mes. Una clave de la discusión será el destino de esos fondos, que probablemente se defina sobre la marcha y se comunique (o no) en el recinto, como algunas otras modificaciones y minucias del texto presupuestario.
Una opción es que vaya a la intendencia y sea el propio Javkin el que defina donde va el dinero, otra que los concejales se queden con esa suma para asignar a discreción (siempre se supone que con fines sociales).
El avance sobre sectores «privilegiados» puede ser una veta más profunda e interesante, dependiendo de su aplicación. Se verá.
También saldría la posibilidad del municipio de realizar un aumento trimestral de la TGI, que no podrá superar la inflación, por un plazo de doce meses prorrogable por un año más.
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Prosperaba conjuntamente la solicitud para otorgar facultades durante 24 meses al intendente para que aumente el boleto del transporte público de pasajeros, como máximo cuatro veces al año. De prosperar esa extensión, estaría sujeta a una rendición de cuentas pasados 12 meses.
Músculo radical
Días atrás el mandatario rosarino había presentado, mediante la visita de dos de sus principales secretarios al Palacio Vasallo, los lineamientos de un presupuesto “austero”, que buscará paliar una herencia “deficitaria” y “ordenar” cuentas y espacio público.
Luego de varias reuniones especiales de comisiones para tratar exclusivamente estos temas, que se extienden desde por lo menos comienzos de la semana pasada, con acuerdos de unos y otros en distintos temas (a ningún opositor le queda bien votarle todo al adversario), estarán los votos y el oficialismo tendrá su primer triunfo legislativo, algo que puede volverse costumbre si uno se deja guiar por la conformación y primeros movimientos de la nueva dinámica parlamentaria en el Palacio Vasallo, pero el tiempo dirá.
Es que todo pareciera haber quedado a pedir del radical que conducirá los destinos políticos de la ciudad por los próximos cuatro años (en principio, asumió la intendencia y, ese mismo día quedaron conformados los bloques en el Concejo con dos novedades salientes y sonantes: la partición de los bloques principales de la oposición, a saber, Cambiemos y el peronismo, y la presidencia del cuerpo en manos de su ladera María Eugenia Schmuck).
La dirigente oficialista fue clave en la negociación con el resto de los bloques y la base del acuerdo, que sufrió y sufrirá en la madrugada tachaduras y remiendos, será el presentado desde Presidencia.
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Bien temprano en la mañana de este lunes, casi como si intuyera la dirección del viento que soplaría horas más tarde en el Concejo, Javkin dio una conferencia de prensa en el Palacio de los Leones para detallar el decreto de «Emergencia, Ahorro y Austeridad».
Mediante el mismo, se comprometió a recortar gastos superfluos de autos, el uso de teléfonos celulares, racionalizar el uso de recursos para eventos públicos, eliminar el gasto de papel e impresión y disminuir drásticamente todo tipo de erogaciones que no revistan la condición imprescindible para el funcionamiento del municipio, entre otras podas.
Manto de piedad
En ese sentido se movió la audacia y capacidad de entender lo que ansiaba la opinión pública (implica siempre cierto humor social), de una dirigente como Caren Tepp, que ahora conduce al bloque mayoritario en el Concejo (Ciudad Futura, con 4 bancas), siempre dentro de sus márgenes ideológicos y discursivos.
Fue la primera en impulsar la iniciativa de bajar sueldos de los ediles, algo que escaló muy rápido en los principales medios locales y le dio al oficialismo una herramienta de negociación que cuajó bien con su llamado a la “austeridad”.
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Desde el bloque de Juntos por el Cambio, sumaron un pedido para bajar también los haberes percibidos por el “personal político” del Palacio Vasallo, que incluye asesores y otros trabajadores (así como hacerlo extensivo al Gabinete del Comcejo), algo que hasta altas horas del lunes no había prosperado.
Nadie que sea opositor cree quedar bien parado ante el vulgo votándole todo al oficialismo, por lo cual no todos votarán positivamente en cada uno de los temas en tratamiento, así como seguramente se pronuncien en términos duros en el recinto, pero con desenlace preanunciado a la hora de presionar el pulsador electrónico (ya casi no se levanta la mano).
Desde otros espacios, que acompañarán en mayor o menor medida (probablemente en líneas generales) la aprobación del Presupuesto y facultades al intendente, también comenzaron a plantear sus reparos argumentales, que serán repetidos a la (alta) hora de la sesión.
Por ejemplo es el caso del bloque Frente de Todos-PJ integrado por Norma López, Eduardo Toniolli y Alejandra Gómez Saenz, quienes criticaron «anuncios demagógicos» así como el pedido de la potestad de incrementar el boleto, el detalle técnico del aumento de la TGI y un detalle que finalmente habrá que ver si se vota tal cual: “un aumento exorbitante de partidas presupuestarias para Publicidad y Propaganda en un 80% y las empresas del Estado: Autódromo 302%, Hipódromo 620% y Terminal de Ómnibus 262%”.
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Otros bloques justicialistas, como Iniciativa Popular de Fernanda Gigliani, o Unidad Ciudadana (Marina Magnani y Andrés Giménez), se enfocaron en resaltar su adhesión a la rebaja salarial propia, con lo cual se presume que será la base de su apoyo a la generalidad del texto presupuestario.
En tanto, se manifestó también el presidente del bloque Cambiemos (escindido de Juntos por el Cambio), Roy López Molina, quien consideró que “Rosario necesita de manera urgente una participación más activa desde el Estado Municipal”.
“Desde el Municipio la clave está dada por una mayor asignación presupuestaria que nos permita adquirir tecnología, incorporar cámaras de video vigilancia y por sobre todo reforzar los controles en el espacio público y la presencia del estado como herramienta fundamental para la prevención”, finalizó.
