La hermana de Ivana Garcilazo, la joven de 32 años que fue asesinada al recibir un piedrazo en la cabeza el pasado sábado 30 de septiembre, cuando volvía de la cancha de Rosario Central, donde se disputó el clásico, viajó a Bolivia con el objeto de dar con el dar con el paradero de Damián Reinfestuel, uno de los principales sospechosos del crimen que aún se encuentra prófugo. Es por eso que su familia se encuentra vendiendo rifas para poder costear el viaje. 

La familia de Ivana recibió mensajes de argentinos que se encuentran en la localidad boliviana de Santa Cruz de la Sierra, quienes advirtieron que Reinfestuel estaba en esa ciudad y trabajaba limpiando autos. Ante la inacción de la Justicia, Silvina Garcilazo –hermana de la víctima– decidió vender su negocio y su teléfono marca Iphone y partir hacia el país vecino, tras la pista del sospechoso.

Pero la situación es muy difícil, ya que deben reunir dinero para comprar los pasajes de vuelta a Argentina. Para poder cubrir esos costos, la famila lanzó una rifa que sorteará el sábado 25 de noviembre por la Lotería Nacional Nocturna. Cada número cuesta $1.000 y, entre los premios, se destacan una camiseta de Rosario Central y otra de Newell’s firmadas por sus jugadores, como así también diferentes platos de comida y bebidas. Quienes deseen comprar un número, pueden comunicarse vía Instagram a la cuenta @justiciaporivana, que es administrada por las hermanas de la víctima, o mediante el número de teléfono 341-3231549, perteneciente a Laura Garcilazo.

En diálogo con Conclusión, Laura Garcilazo detalló: “Silvina vendió su negocio y su iPhone para poder viajar (a Bolivia), y no tiene pasaje de vuelta. Así que queremos vender rápido las rifas para mandarle los boletos de regreso. Para el viaje no hubo ayuda de nadie, fue todo a pulmón de la familia y amigos”.

Al ser consultada sobre cómo se arreglan con el alojamiento y los gastos de estadía en el vecino país, Laura contó que, mientras esperaba el colectivo que la dejaría en Santa Cruz de la Sierra, Silvina conoció a una mujer que tiene pensiones en la zona y, conmovida por la historia, la dejó habitar en una habitación de forma gratuita.

Datos del CBU para juntar fondos.

Tras los pasos de Reinfestuel

“Tuvimos que viajar por nuestra cuenta ya que teníamos varios testigos argentinos que nos indicaban que Damián (Reinfestuel) estaba en Santa Cruz de la Sierra. Al no tener respuesta de la gente que tiene que trabajar por el caso, tomamos la decisión de viajar por nuestros medios y de imprimir muchos folletos de Damián para hacer visible el caso, para que la gente de Bolivia nos ayude”, explicó Silvina Garcilazo en un video que comenzó a circular en las últimas horas, donde se puede ver a la mujer en tierra boliviana.

En relación al viaje, Laura explicó a este medio que tenían datos “muy concretos” debido a que muchos argentinos que residen en Bolivia se comunicaron con la familia Garcilazo para alertar que habían visto a Reinfestuel y aportar datos de su paradero.

“Sabíamos dónde trabajaba y en qué zona estaba, se le dio toda esta información al fiscal Gastón Ávila, que hizo lo que pudo, está haciendo un trabajo perfecto, pero no cuenta con recursos. Entonces Silvina dijo que tenía que ir a encontrarlo y entregarlo a la policía para que lo deporten”, comentó Laura.

Y agregó: “Los argentinos que están en la zona, que son trabajadores callejeros, limpian autos, como estaba haciendo Damián, o hacen malabares a la gorra, le comentaron a Silvina que hay más control, piden documentos en los colectivos y la policía camina por la zona. Pero Damián hace una semana que no parece por ahí, debe estar escondido”.

La mujer contó, además, que los argentinos que residen en Bolivia se saludan entre ellos, más allá de que no se conozcan. Sin embargo, quienes se habrían cruzado con Damián destacaron que no saludaba nunca, sino que agachaba la cabeza, no miraba fijamente a los ojos y solía usar gorras y camisetas o remeras de Newell’s. En relación a su aspecto físico, Laura contó que sólo tendría la barba más crecida.

Si bien los principales sospechosos del crimen son tres –Ariel Cabrera y Juan José Masson, quienes se encuentran detenidos con prisión preventiva, y Damián Reinfestuel, que está prófugo desde fines de septiembre– Laura Garcilazo adelantó que “habrá más gente” involucrada en el hecho, porque hay “mucha impunidad”.

“Primero vamos por los tres que ocasionaron esto y después por las personas que pudieron haber evitado que esto se entorpezca. Por ejemplo, el que atendió el 911”, completó la hermana de la víctima.