Por Marcelo Chibotta

Sin contabilizar los actos que en 1983 congregaron en Rosario a cientos de miles los entonces precandidatos a la presidencia de la Nación, Ítalo Argentino Luder y Raúl Alfonsín, o aquel que en 2008 se realizó en el Monumento a la Bandera en ocasión del conflicto desatado entre el gobierno nacional del momento y las patronales agrarias, el 31 Encuentro de Mujeres realizado este fin de semana fue la movilización más numerosa que registre la historia de la ciudad.

Más allá de la importante cantidad de temas que se trataron durante las dos jornadas, el número de asistentes reveló por sí mismo la magnitud y la importancia de la actividad.

Sabido es que los episodios registrados durante la marcha del domingo desnaturalizaron el espíritu de la convocatoria y por ello puede decirse que ningún rosarino pudo permanecer indiferente ante semejante acontecimiento y algunas de sus indeseadas consecuencias.

Por ello, Conclusión recogió el parecer de cuatro concejales rosarinos al respecto de lo que significó el encuentro, de los desmanes y de su visión sobre algunas de las controversias que se expresan en la sociedad.

Así, Diego Giuliano del bloque Rosario Federal, Lorena Giménez Belegni del Partido Progreso Social, Carola Nin del bloque Compromiso con Rosario y Alejandro Roselló del PRO, dejaron sus apreciaciones.

— Diego Giuliano

— La verdad que hasta ahora lo que se vio fue la parte más negativa y es una lástima porque nosotros pensamos que ni las pintadas agraviantes, ni la violencia, ni el odio religioso pueden ser la conclusión de ese encuentro de mujeres, ya que no las representa a ellas ni al encuentro mismo.

— Lo que resulta llamativo es la forma en lo que esto se repite y la manera en la que el Estado tiene una actitud de reparación y no de prevención… esto es lo más grave, lo que ha decidido el Estado en cuanto a tener una actitud reparadora y no preventora. El concepto este de “rompan que después yo arreglo”, también es un concepto violento.

— En cuanto a quienes se pusieron a orar digo que no se puede juzgar la actitud de gente que frente a una idea de que tomen un símbolo religioso fueron a defenderlo y fundamentalmente me parece que lo que ha fallado fue la actitud del Estado que debió tener una prevención más alta ya que hay objetivos que han sido agredidos reiteradamente.

— La noticia debe ser “70.000 mujeres argentinas debatiendo sobre las problemáticas de género, de salud, acceso al trabajo, violencia contra la mujer…” este es el valor. Luego están las miradas distintas, pero lo que de ninguna manera puede admitirse es que los agravios, se condigan con un encuentro en democracia, eso no tiene nada que ver con las bombas molotov.

— Lorena Giménez Belegni

— En honor a la verdad no participé del encuentro por cuestiones personales pero fueron mis compañeras en representación del partido y por ello puedo decir que comentaron su pena porque todo lo que pasó dejó de lado el intenso e interesante trabajo que hubo en los talleres. Muchas vinieron muy contentas pero lo doloroso es que nada de ello salió a la luz. Lo que más quedó fue lo que se escuchó por los medios al respecto de las pintadas y de los incidentes. Nosotras pertenecemos a un espacio político en el que laburamos para que Rosario crezca y de repente haberse encontrado con gente que no se sabe si es local o de afuera rompe toda la ciudad, eso molesta un poco. Estamos de acuerdo en que la mujer tiene que tener un espacio pero no de esta manera.

— Creo que los desmanes, las pintadas y dejar como se dejó a Rosario rompiendo negocios y edificios no nos lleva a nada y desnaturaliza el espíritu del encuentro. Por otra parte, creo que justamente aquellas mujeres que no participaron, algunas porque no les interesa y otras porque quizás estén empoderadas, tienen una profesión y no creen que sea un espacio para participar.

— Una puede tener todas las discusiones que quiera con respecto a la Iglesia Católica, pero es una institución, nosotros vivimos en una sociedad y la Iglesia es una de esas instituciones. A mí tampoco me gustaría que personas que de repente van contra todo, tengan una cuota de poder.

— Yo soy madre, tengo un hijo y respeto las diferencias; al hombre no lo ensalzo pero tampoco lo disminuyo porque es un compañero, es un complemento de vida, tengo un hijo varón que es fruto de una relación con un hombre y por eso no puedo ir contra todo eso porque no lo siento así.

— Carola Nin

— Adhiero a un montón de los planteos pero no estoy de acuerdo con la violencia, obviamente. Hay que tener en cuenta las posiciones que terminan generando esas consecuencias que son las posiciones extremas. Repudio tanto el accionar de la policía como el de los grupos violentos y me parece que nos tenemos que replantear cómo empezamos a cuidar lo nuestro ya que en algo estamos fallando como ciudad porque por ejemplo, no puede ser que lo que le hicieron a la  Catedral o que el teatro Caras y Caretas tenga que estar lamentando que después de mucho esfuerzo para pintarlo, hoy tengan que volver a invertir en eso. Me parece que eso tiene que ser un llamamiento de atención, fundamentalmente a las autoridades para empezar a ver cómo trabajamos y cómo cuidamos lo que es de todos.

— En el caso de la Municipalidad, fue malo el operativo de control que dispuso y después las posiciones extremas, como las de algunos grupos de mujeres o como las de algunos excesos de la policía, hay que corregirlo. Que el encuentro se iba a realizar ya lo sabíamos, pero lo que no sabemos es cuántas reuniones previas hubo para trabajar el tema del control, aunque ya se hablaba de lo que podía pasar.

— Avanzar en la conquista de derechos está muy bien y habla muy bien de la construcción democrática que estamos haciendo los argentinos, pero esos derechos no se pueden traducir en romper lo de todos y lo de los otros porque ahí estamos mostrando una falla como sociedad para canalizar los avances y como Estado para organizar la misma sociedad. Hay algunos que creen que los avances se hacen a las bofetadas, otros creemos que se construyen institucionalmente y esos son los que más sirven.

— Reivindico la figura de Evita que fue la mujer que más derechos conquistó para la mujer en el siglo XX y lo hizo desde la base del cariño, del afecto y del amor.

 

— Alejandro Roselló

— Nosotros estamos presentando hoy un pedido de informes sobre la organización, la prevención, el control y también sobre los daños, a los funcionarios para que vengan a explicar.

— El saldo es negativo porque se desnaturalizó el verdadero objetivo debido a que un grupo de violentas invadió el espacio público y generó daños a la ciudad y lo tienen que pagar los rosarinos con sus impuestos. Por eso creo que falló el operativo de seguridad que organizaron tanto el municipio como la provincia. Es responsabilidad de ellos no haber podido controlar que en un encuentro 70.000 mujeres haya habido un pequeño grupo que provocó e hizo daños.

— El lema del encuentro es positivo, que las mujeres luchen por la igualdad, que luchen para parar la cantidad de femicidios, es importante, pero no hay que permitir que tanto desde el Estado como de la organización de ellas mismas se les de espacio a las violentas que vienen a atentar contra el espacio público, generando incomodidad a toda la ciudadanía, y contra el propio evento. Lamentablemente hoy no estamos hablando de igualdad ni de inclusión sino de los desmanes que produjeron un pequeño grupo y en eso falla el Estado.