Tarjeta amarilla para la actividad nocturna. Desde la lamentable muerte de Gerardo Escobar, todas las aristas que deberían regular la noche rosarina están analizándose nuevamente. Los concejales son los árbitros de este debate y quienes tienen la posibilidad de retomar la problemática y buscar alguna solución. Es que desde lo sucedido en el after “La Tienda” salieron a la luz todas las irregularidades y violaciones de normas que los bares, boliches y personal que trabaja en ellos evaden sin multas.

En diálogo con Conclusión, la concejala por el bloque radical dentro del Frente Progresista Cívico y Social, Maria Eugenia Schmuck, especificó que buscarán que este jueves “se solicite la caducidad de la licencia del after La Tienda”.

Ese boliche no puede abrir más”, sentenció la edil y agregó: “Ayer a la hora de tratar el tema la comisión de Gobierno justo se quedó sin quorum y no pudo emitir despacho, pero hay un compromiso de la mayoría de los bloques, para que este jueves en parlamentaria se solicite la caducidad de la licencia”.

Cabe destacar que el Concejo lo que hace es pedir la caducidad pero no tiene poder de policía para levantar la licencia, lo cual es solo propiedad del ejecutivo.

Schmuck sostuvo que en el caso del bar La Tienda “todo está mal de entrada porque su habilitación es como un local para tomar café o comer, es decir que viola la regulación al desempeñarse como boliche bailable las 24 horas abierto”.

“La intención es sacar mañana sobre tablas para buscarle una solución”, cerró.

Por su parte, el edil de Unión PRO Federal Roy López Molina subrayó la necesidad de aprobar una nueva ordenanza para regular la actividad nocturna en Rosario.

El concejal, integrante de la comisión de Gobierno, recordó la iniciativa que presentó junto a sus pares y destacó que la situación de los after hours “no se soluciona modificando ordenanzas”, sino más bien “controlando el cumplimiento de los requisitos de habilitación”.

Entre otro orden aseguró que la intendencia nunca envió un proyecto para tratar cambios a la regulación de bares y boliches en la ciudad. “La Municipalidad todavía se resiste a tratar el tema con seriedad y responsabilidad. Debemos sancionar una ordenanza que piense en una noche segura y para ello necesitamos criterios integradores: que los que quieran divertirse puedan hacerlo sin molestar a los que quieren descansar y viceversa”.

En tanto, López Molina destacó el proyecto que presentó a finales de 2014 junto a Jorge Boasso (Radical), Diego Giuliano (Rosario Federal) y Osvaldo Miatello (Compromiso con Rosario) para regular la actividad nocturna. “Nuestras propuestas de reformas, que el oficialismo se negó a tratar, atienden a las demandas de los diferentes sectores interesados en la temática. La noche segura es uno de los objetivos y los cambios que propusimos simplifican los rubros y horarios, además de dar previsibilidad y transparencia”, añadió.

Por último, pidió medidas sancionatorias contra los incumplidores. “A aquellos locales de diversión nocturna que después de determinada hora no cumplan con las ordenanzas y continúen abiertos como afters se le deben aplicar las sanciones previstas, incluso la clausura”, finalizó.

Respecto a esto, el edil Héctor Cavallero fue contundente al resumir que esta problemática se da porque “no se cumple con la norma, la cual establece que aquellos locales habilitados como bar, deben cerrar a las 4.30 y los boliches a las 5.30”.

“La norma existe, lo que falta es que los organismos de control exijan su cumplimiento o sancionen a quienes no lo respeten”, sentenció Cavallero.

Regulación del personal de seguridad

Otra arista a tener en cuenta es la que manifiesta el radical Jorge Boasso, quien exige el cumplimiento de la Ordenanza Nº 8.522 promulgada en junio de 2010. La misma tiene por objeto la regulación del personal que realiza tareas de control de admisión y permanencia del público en general.

Vale apuntar que hace cinco años que se aprobó la ordenanza que regula la actividad de los «Patovicas» y por ese motivo el concejal Boasso, autor de la iniciativa presentó un pedido de informes que también fue aprobado en junio de 2014, pero nunca contestado por la intendencia.

El legislador local solicita se informe a la brevedad sobre si existieron avances para su implementación. Entre los puntos exige conocer cantidad de habilitaciones y credenciales de identificación otorgadas. También quiere conocer si se cumple con el cupo femenino del 20 por ciento del personal. Si se verifica que exista un agente de control cada 80 personas, inspecciones realizadas y resultados obtenidos.

«En junio de 2010 se aprobó la ordenanza 8.522 y en abril de 2011 se aprobó un pedido de reglamentación; En septiembre el Poder Ejecutivo Municipal dictó el Decreto 2278 de reglamentación. Por ello es necesario conocer el nivel de cumplimiento de esta norma legal y su decreto reglamentario», explicitó Boasso.

Dicha ordenanza regula las tareas del personal de control de admisión y permanencia de público en general (patovicas). La finalidad de esta norma es proteger a los clientes de los locales de espectáculos públicos y bares en general, así como ayudar al control de los mismos.

Con este proyecto se busca avanzar con la preparación y calidad de los agentes que asumen el cuidado de la seguridad en los espectáculos públicos, además de terminar con la existencia de cientos de trabajadores en situación de precariedad, implicando una violación a los derechos laborales y un peligro para los concurrentes, ya que quedan bajo la tutela de personal sin ninguna clase de responsabilidad.

“Además del lamentable caso del bar La Tienda, hemos sido testigos de peleas entre jóvenes a la salida o dentro de los boliches, o entre estos y los trabajadores de Control de Admisión y Permanencia, por ello se debe preparar al personal y darles un marco regulatorio en forma urgente”, finalizó Boasso.

Por su parte, el titular de la Asociación Hotelero Gastronómica, Rodrigo Pastor, dijo que los boliches como La Tienda «no están incluidos en ninguna ordenanza«.

Pastor dijo que esos locales nocturnos «deberían estar alcanzados o regulados por la ordenanza que rige los espectáculos públicos, que hace más de diez años debió actualizarse a las nuevas realidades».

«Puntualmente, los afters no están regulados ni permitidos. Entonces ya pasamos por otro lugar en cuanto a los controles de este tipo de negocios. Las confiterías bailables y los negocios que están habilitados, la figura del personal de seguridad está reglamentaria y hay una serie de exigencias que se deben cumplir. Ese tema está controlado«, aclaró Pastor.

A su vez, en diálogo con LT8, el titular provincial del Sindicato Único de Trabajadores de Control de Admisión y Permanencia de la República Argentina (Sutcapra), Juan Quinteros, que agrupa a los denominados ‘patovicas’, dijo que al sector lo que le preocupa es «la regulación de la actividad en la provincia, después lo que hace cada municipio no nos incumbe».

«En algunos lugares el municipio debería realizar más controles, pero no podemos meternos en eso», manifestó y agregó: “Puede haber casos aislados, sucede que cuando ocurren estos hechos fatales el legislativo es el que hace un lugar para hacer una mejoría, nosotros bregamos para que la actividad se profesionalice, se reglamente, en este caso a nivel provincial».

El dirigente defendió a la mayoría de los trabajadores de seguridad que «son seres humanos, padres de familia, esposos, hermanos, sucede que a veces por culpa de algunos estamos mal vistos todos, pero eso no es así. Antiguamente quizás era el que pegaba más fuerte quien trabajaba en esta actividad, hoy se ha mermado notablemente esa agresividad, se ha reglamentado mucho».

Foto: Salvador Hamoui