Por Osvaldo La Spina

Cámara: Salvador Hamoui

Edición: Hernán Cabrera

La tracción a sangre quedó sin efecto en la ciudad, y los carreros volvieron a la carga expresando su descontento frente al Concejo Municipal. Pero esta vez fueron más lejos y amenazaron con cortarse el cuerpo o prenderse fuego si no eran atendidos por alguna autoridad o si no les brindaban alguna solución.

Conclusión se hizo presente en el lugar y habló con Miriam, quien advirtió: “Estoy decidida a prenderme fuego”. Luego siguió y dijo que “quiero el carro y el caballo para trabajar. No nos dan una solución y atrás nuestros tenemos a nuestras familias. No queremos que nos den nada, quiero trabajar libremente y llevar el pan a mi casa”.

Por su parte, Carlos, quien se mostró con una botella en sus manos con combustible y un encendedor, además de estar encadenado a un árbol, dijo llegar a esa situación extrema porque “la intendenta me saca el carro y el caballo, lo único con lo que puedo alimentar a mis chicos y me saca la dignidad y me ofrece $10.000, yo ¿qué hago con $10.000 en mi familia? Nada”.