El líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, insistió este jueves en su pretensión de formar un gobierno de colación con el Partido Socialista (PSOE) para dar estabilidad a España, al trasladar al rey Felipe VI las condiciones de su partido para apoyar la reelección de Pedro Sánchez, el principal candidato a la investidura como presidente del gobierno.

Sánchez, ganador de los comicios del 28 de abril último, aspira a gobernar en solitario pero necesita llegar a un acuerdo con el partido de izquierda como primer paso para asegurarse la reelección, ya que la otra opción sería lograr que el partido de derecha Ciudadanos se abstenga, cosa que su líder, Albert Rivera, lo descarta por completo.

«Que Pedro Sánchez está buscando el apoyo de Albert Rivera es evidente. Pero lo que también es evidente es que no lo está encontrando», afirmó Iglesias en conferencia de prensa tras reunirse con Felipe VI en el Palacio de La Zarzuela, en Madrid.

En línea con lo que viene defendiendo en las últimas semanas, reiteró que «lo más sensato sería que hubiera un gobierno de coalición con el PSOE para garantizar la estabilidad política y las políticas progresistas».

«Lo primero no es hablar de ministros ni de ministras. Lo primero es hablar de equipos. Nosotros no haremos ningún veto y estoy convencido que el PSOE tampoco lo hará. Los tiempos de los vetos han pasado en España», remarcó.

A pesar del debacle electoral de Unidas Podemos, Iglesias sostuvo que formar un gobierno de coalición «no es el resultado de un deseo, sino de una correlación» de fuerzas, de ahí que él asume su responsabilidad de «garantizar un gobierno progresista estable».

El presidente del Gobierno y candidato socialista, Pedro Sánchez; el líder del PP, Pablo Casado; el de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y el de Ciudadanos, Albert Rivera

«Entre el PSOE y nosotros tenemos una suma importante», insistió el político de izquierda, quien reveló que hace dos semanas que no mantiene ningún contacto con el presidente en funciones y aspirante a la reelección.

En el arranque de la segunda y última jornada de la ronda de contactos del rey, la diputada independentista Laura Borras, de Junts per Catalunya (JxC), confirmó que los tres diputados de su partido que están en prisión y fueron suspendidos no renunciarán a sus cargos, lo que facilitará la investidura de Sánchez en segunda votación, por mayoría simple, ya que la no votación será considerada como abstención.

La mayoría simple bajaría a 173 diputados, de ahí que Sánchez tendría asegurada la reelección si a los 123 votos del PSOE suma los 42 de Unidas Podemos, 6 del Partido Nacionalista Vasco (PNV), 1 de Compromís, y 1 del Partido Regionalista de Cantabria.

El político socialista necesita también dos abstenciones, que pueden venir de la coalición de derecha Navarra Suma, que en la víspera ofreció su apoyo a cambio de que los socialistas los dejen gobernar a ellos en la región, o de Coalición Canaria, aunque este partido dijo que no facilitaría un gobierno de coalición con Unidas Podemos.

Sin embargo, el objetivo de formar un gobierno bicolor es condición para el apoyo de la investidura, subrayó también el vocero de En Común Podem, Jaume Asens, socio de Iglesias, luego de entrevistarse con el rey.

En el marco de sus consultas, Felipe VI recibió asimismo al líder del partido de extrema derecha Vox, Santiago Abascal, quien le informó que «no apoyará al candidato del PSOE».

Abascal explicó que le dijo al rey que si apoyaría a «un gobierno que quiera reinstalar el orden constitucional y aplique el artículo 155 en Cataluña», insistiendo en su reclamo de intervención para destituir a Quim Torra.