El drama de los rehenes en un club nocturno del este de Países Bajos terminó tras varias horas pacíficamente este sábado, con la detención de un sospechoso: un hombre con una máscara pasamontañas que salió del edificio y se entregó a la Policía.

Varias personas, entre ellas empleados, habían sido tomadas como rehenes en el Café Petticoat de la localidad de Ede en la madrugada del sábado. El motivo no estaba claro, pero la policía había dicho que no había indicios de un móvil terrorista.

El sospechoso salió del club, se llevó las manos a la cabeza y se puso de rodillas antes de ser esposado por la policía, según relató un periodista de Reuters en el lugar de los hechos.

La policía había desplegado unidades de explosivos en el edificio, situado en el centro de la ciudad. Las calles de la zona habían sido evacuadas y se habían cancelado los trenes a la ciudad, a casi 80 km (50 millas) de Ámsterdam.

El diario nacional de Telegraaf había informado, citando varias fuentes anónimas, de que el secuestrador tenía armas y explosivos.