Un total de 30 personas murieron a raíz de un sismo de magnitud 6,6 que sacudió este lunes el suroeste de China, según un balance establecido por las autoridades locales.

Siete víctimas mortales fueron reportadas en el distrito de Luding, en la prefectura autónoma de la etnia tibetana de Ganzi, y otras 14 fueron registradas en el distrito de Shimian, en la ciudad de Ya’an.

El temblor se registró a las 12.52 hora local (1.52 hora argentina) y tuvo su epicentro en la región montañosa de Sichuan, 200 kilómetros al suroeste de la ciudad de Chengdu, de acuerdo al Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).

«Viviendas resultaron gravemente dañadas» y las líneas telefónicas quedaron interrumpidas en algunos lugares, indicó la televisión pública, que cita una conferencia de prensa de autoridades locales.

El temblor se sintió en varias ciudades de la provincia, entre ellas la capital regional Chengdu, que cuenta con 21 millones de habitantes y está ubicada a unos 200 kilómetros del epicentro.

Más de mil soldados y oficiales del ejército fueron movilizados, detalló la Oficina Sismológica de Sichuan, que difundió imágenes de sus ingenieros equipados con ordenadores dirigiéndose al lugar.

Según la televisión pública china CCTV, las autoridades locales también enviaron miles de rescatistas, bomberos, médicos o miembros de la Policía Armada Popular (gendarmes a cargo de la seguridad pública y movilizados durante las catástrofes).

La provincia de Sichuan, es parte de una región montañosa, famosa por sus reservas de pandas, suele registrar sismos de intensidad variable como el que se registró en junio pasado de 6,1 de magnitud, que dejó un saldo de cuatro muertos y decenas de heridos.

En mayo de 2008, un sismo muy potente, de magnitud 7,9, causó 87.000 muertos o desaparecidos en Sichuan, una catástrofe que conmocionó al mundo.