SáBADO, 30 DE NOV

Trump se impone en New Hampshire y avanza firme en su candidatura

Trump aventajaba a la exembajadora Nikki Haley con 54,2 % a 44,3 % de los votos cuando se había computado 19 % del escrutinio en el estado New Hampshire, en el noreste del país, según las televisoras estadounidenses.

 

El expresidente Donald Trump ganó con holgura las primarias de New Hampshire, un nuevo triunfo con el que ya acaricia la candidatura presidencial del Partido Republicano para volver a enfrentar al presidente Joe Biden en las elecciones de noviembre en Estados Unidos, pese a que recién se votó en dos de los 50 Estados.

En su segunda victoria seguida en la carrera republicana, Trump superó el martes a la última rival que le queda, la exembajadora ante la ONU Nikki Haley, por 54,5 % de los votos contra 43,2 %, en un duro revés para una precandidata que había invertido mucho tiempo y recursos financieros en New Hampshire, un pequeño Estado del noreste del país.

Haley, de 52 años y exgobernadora de Carolina del Sur, felicitó durante la noche del martes al expresidente por su victoria, pero afirmó que «la carrera está lejos de haber terminado» y advirtió a los republicanos de que convertir a Trump en candidato es una «victoria para Biden» el 5 de noviembre.

El magnate republicano quiere revancha con Biden desde su derrota electoral en noviembre de 2020 con el presidente demócrata, que nunca reconoció.

Cuatro juicios penales y varias demandas civiles que pesan sobre él no han mellado su gran popularidad entre los sectores más conservadores del Partido Republicano, y su triunfo hace que su tercera nominación a presidente y un nuevo duelo con Biden en las urnas parezcan aún más inevitables.

En su discurso de victoria, Trump, de 77 años, volvió a burlarse de Haley, instándola a retirarse. También arremetió contra su posible contrincante en noviembre diciendo que, como presidente, Biden es el «peor de la historia» de Estados Unidos, un país al que describió como «en decadencia».

«No permitamos que alguien se lleve una victoria cuando tuvo una noche muy mala», dijo Trump. Y añadió: «Solo una pequeña nota para Nikki: no va a ganar», informó la cadena CNN.

Con el respaldo de su base de fieles seguidores, ya ganó la interna o caucus republicano del Estado de Iowa el 15 de enero con una enorme ventaja sobre el gobernador de Florida, Ron DeSantis, que acabó tirando la toalla pese a quedar segundo, lo que le permitió a Haley quedar como la única alternativa a Trump.

En un comunicado, Biden advirtió que la democracia y las libertades individuales están «en juego» y dio por casi seguro que Trump «será el candidato republicano».

Su equipo de campaña también dio por hecho un nuevo duelo Trump-Biden.

Los resultados confirman que el trumpismo «ha completado su toma de control» sobre el Partido Republicano, afirmó el equipo de campaña del presidente demócrata en un comunicado.

En la práctica no hay diferencias programáticas trascendentales entre Trump y Haley pero sí de matices y de tono. En migración, por ejemplo, ambos son partidarios de cerrar la frontera con México, pero Trump va más allá acusando a los migrantes de «envenenar la sangre» del país.

New Hampshire aporta soólo 22 delegados de un total de 1.215 que nominarán oficialmente al candidato republicano en julio en la Convención Nacional Republicana, que esta vez se celebrará en Milwaukee, estado de Wisconsin.

Escrutado el 91 % de los votos de la primaria republicana en New Hampshire, Trump obtenía 11 de los 22 delegados, mientras que Haley sumaba nueve.

En comparación con Estados más conservadores, la primera de New Hampshire es reveladora del pulso nacional y de las próximas primarias, dado que los votantes no afiliados están autorizados a votar en las primarias tanto del Partido Republicano como del Demócrata.

Como se esperaba, Trump obtuvo resultados especialmente sólidos en las áreas más conservadoras de New Hampshire, mientras que Haley ganó en las zonas más progresistas.

El próximo gran duelo entre ambos es en la primaria de Carolina del Sur, el estado donde vive Haley, el 24 de febrero.

La precandidata decidió pasar por alto el caucus del estado de Nevada del 8 de febrero, que se prefigura muy favorable a Trump.

Como exgobernadora de Carolina del Sur, Haley espera que una buena actuación en el Estado donde reside le dé impulso antes del «Súper Martes» del 5 de marzo, cuando se celebran primarias y caucus en numerosos estados.

Pero Carolina del Sur es un bastión conservador donde Trump es muy popular, por lo que esas ambiciones podrían ser difíciles de realizar y una derrota allí podría resultar políticamente devastadora y obligarla a tirar la toalla.

Los demócratas también celebraron primarias ayer en New Hampshire, que ganó Biden, de 81 años, a pesar de que su nombre no figuraba en la boleta por desacuerdos entre la rama local del partido y sus autoridades a nivel nacional.

Como consecuencia, la elección no otorgará delegados ni a Biden ni a los dos poco conocidos precandidatos demócratas que lo desafían, lo que la convierte en algo meramente simbólico en el proceso general de nominación que concluirá en agosto.

Biden viajó el martes al Estado de Virginia con su vicepresidenta Kamala Harris para defender en un acto el derecho al aborto, amenazado o ya prohibido en gran medida en algunos estados gobernados por los republicanos desde que la Corte Suprema anuló en 2022 su propio fallo Roe vs Wade de 1973, del que se cumplieron 51 años la víspera.

«Donald Trump es el principal responsable de quitar esta libertad en Estados Unidos», afirmó en su discurso.

El derecho al aborto, la inmigración y la inflación se perfilan como los principales temas de estas elecciones en un país todavía muy polarizado.

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