Rusia dijo este jueves que saboteadores ucranianos se infiltraron en el oeste del país, atacaron poblados, mataron a un hombre y tomaron rehenes, pero Ucrania negó la acusación y dijo que Moscú la usará para redoblar sus bombardeos.

El presidente ruso, Vladimir Putin, manifestó en una declaración televisada que los saboteadores que según Moscú se infiltraron en la región de Briansk, que limita con Ucrania, eran «terroristas» y «neonazis».

El Servicio Federal de Seguridad FSB) dijo a la agencia de noticias estatal rusa Tass que estaban en marcha “actividades para eliminar a los nacionalistas ucranianos armados que violaron la frontera estatal” en Briansk.

Ucrania negó la acusación, que llegó un día después de que Moscú denunciara una ola de ataques con drones ucranianos cerca de la frontera y en el interior ruso, incluyendo uno a 100 kilómetros de Moscú, la capital.

«La historia sobre el grupo de sabotaje ucraniano en Rusia es una provocación deliberada clásica», escribió Mijailo Podoliak, consejero de la presidencia ucraniana, en Twitter.

«Rusia quiere asustar a su población para justificar el ataque contra otro país y la creciente pobreza tras un año de guerra» en Ucrania, agregó.

Tass y otras dos agencias de noticias rusas dijeron que más temprano que los saboteadores tenían como rehenes a hasta seis personas.

El gobernador de Briansk, que limita con Ucrania, dijo que el grupo había disparado contra un vehículo, y que en el ataque murió un hombre y un niño de 10 años resultó herido.

«Un grupo de reconocimiento y de sabotaje se infiltró en la localidad de Lyubechane», indicó a través de la red Telegram el gobernador Alexander Bogomaz.

«Las fuerzas armadas de la Federación Rusa están tomando todas las medidas necesarias para eliminar a este grupo», agregó.

Las regiones rusas fronterizas con Ucrania han sufrido varios bombardeos desde el inicio del conflicto, pero es poco común que las autoridades informen de un grupo de sabotaje.

La aparente incursión llega días después de que el presidente Putin ordenara al FSB reforzar los controles en la frontera de Rusia con Ucrania, luego de una ola de ataques con drones presuntamente ucranianos.

El ejército ruso «protege a Rusia y a nuestro pueblo contra los neonazis y los terroristas», dijo Putin hoy en su intervención televisada.

«Los que cometieron hoy un nuevo ataque terrorista se infiltraron en nuestro territorio fronterizo y abrieron fuego contra civiles», añadió el mandatario, que suspendió un viaje al sur de Rusia por el ataque, según dijo el Kremlin.

Tass, citando a un funcionario de seguridad anónimo, dijo que también había ataques en Sushany, otro poblado de Briansk.

Bogomaz dijo que un dron ucraniano se estrelló en una casa en Sushany y la incendió.

También hoy, cuatro personas murieron y otras ocho resultaron heridas cuando un misil ruso impactó en un edificio de apartamentos de cinco pisos en la ciudad sureña de Zaporiyia, informaron autoridades ucranianas, informó la Fiscalía General.

El presidente de Ucrania, Volodmir Zelenski, dijo que varios pisos del edificio fueron destruidos en el ataque, que ocurrió cuando aún estaba oscuro.

El Servicio de Emergencias del Estado dijo que había rescatado a 11 personas hasta el momento.

La Fiscalía dijo que cinco habitantes del edificio estaban desaparecidas.

La policía ucraniana aseguró en un comunicado que un misil ruso, «según informaciones preliminares procedentes de una batería de S-300», destruyó más de 10 apartamentos de ese edificio «donde la gente dormía pacíficamente».

«Durante las operaciones de búsqueda, seis heridos fueron sacadas de los escombros, así como los cuerpos sin vida de otras tres personas», precisó la Policía.