Los separatistas armenios de Nagorno Karabaj anunciaron este martes que deponían las armas en el marco de una tregua negociada con Azerbaiyán, tras la operación militar lanzada el martes por este país para recuperar esta región del Cáucaso que escapa a su control desde hace más de 30 años, confirmaron fuentes oficiales de ambos bandos en pugna.

Las partes anunciaron también que comenzarán a negociar el jueves la «reintegración» a Azerbaiyán de este territorio en disputa con Armenia, según los términos del alto el fuego alcanzado con la mediación de las fuerzas de paz rusas y que entró en vigencia a la medianoche.

«Se alcanzó un acuerdo sobre la retirada de las unidades y militares restantes de las fuerzas armadas armenias (…) y sobre la disolución y el desarme completo de las formaciones armadas del Ejército de Defensa de Nagorno Karabaj», declaró la presidencia de la autoproclamada república poblada por armenios.

Señaló además que las conversaciones sobre la «reintegración» del territorio secesionista a Azerbaiyán se celebrarán el jueves en la ciudad azerbaiyana de Yevlakh, reseñó la agencia de noticias AFP.

Según los separatistas y Azerbaiyán, el acuerdo se alcanzó tras la mediación de las fuerzas rusas de mantenimiento de la paz, desplegadas allí desde fines de 2020 tras una guerra de seis semanas ganada por los azerbaiyanos.

El Ministerio de Defensa azerbaiyano confirmó, tras el anuncio de los separatistas, la entrada en vigencia de la tregua.

«Las unidades militares armenias en el distrito azerbaiyano de Karabaj y los grupos armados ilegales armenios deponen las armas, abandonan sus posiciones y puestos y están totalmente desarmados», declaró el ministerio, citando los términos del acuerdo.

Según esa cartera, las fuerzas armadas armenias deben abandonar Nagorno Karabaj y las fuerzas separatistas deben disolverse, mientras que «todas las armas y el equipo pesado» deben ser entregados.

Azerbaiyán lanzó el martes una operación militar a gran escala para recuperar esta región, que llevaba más de 30 años fuera de su control tras la proclamación de independencia por parte de los separatistas apoyados por Armenia cuando se disolvió la Unión Soviética.

Desde el inicio de la ofensiva al menos 32 personas murieron y más de 200 resultaron heridas en los bombardeos, comunicó este miércoles la agencia Armenpress, citada por la agencia de noticias Sputnik.

«A raíz de los bombardeos en Nagorno Karabaj, hasta el momento murieron 32 personas y más de 200 resultaron heridas. Siete muertos, entre ellos dos niños, y 35 heridos, incluidos 13 niños, son civiles», señaló el medio, citando al llamado defensor del pueblo del no reconocido Karabaj.

El conflicto originó un pedido del papa Francisco, quien exhortó este miércoles a las partes a cesar los enfrentamientos y buscar una solución pacífica.

«Pido a todos los implicados y a la comunidad internacional que callen las armas y hagan todo lo posible por encontrar soluciones pacíficas por el bien de la gente y el respeto de la dignidad humana», dijo el Papa al intervenir en la plaza de San Pedro en el Vaticano.