El Sí se impuso hoy en el referéndum constitucional de Turquía con el 53,63% de los votos contra un 46,37%, según los primeros resultados oficiales con el 80,89% escrutado publicados por la agencia estatal de noticias Anatolia, lo que de confirmarse significará que la potencia regional abandonará su sistema político parlamentarista para instalar un presidencialismo.

Según estos resultados parciales, el Sí al sistema presidencialista se impuso en el interior de la región Anatolia, incluida la capital Ankara, y en la costa del Mar Negro; mientras que el No fue mayoritario en la región lindante con el mar Egeo y el sureste del país, donde se concentra la minoría kurda.

En Estambul, la ciudad más cosmopolita, turística, golpeada por sucesivos atentados y variada en términos ideológicos, el resultado fue muy parejo.

De ganar el Sí definitivamente, el país comenzaría a transitar importantes cambios institucionales a partir de 2019 para cambiar del sistema parlamentarista actual a uno presidencialista. Además, este giro constitucional abrirá el camino al mandatario Recep Tayyip Erdogan para ser reelecto por dos mandatos más, es decir, hasta el 2034.

«El referéndum de hoy no es uno cualquiera, es uno de los más importantes en nuestra historia» fue la frase disparada por Erdogan al momento de votar y que demuestra el clima de expectativa con el que se vive la consulta popular que le permitirá al oficialismo avanzar en un reforma constitucional.

La oposición, en cambio, denunció a lo largo de toda la campaña electoral que la instalación de un sistema presidencialista llevará a una concentración de poder en manos del presidente Erdogan y convierta al país en una autocracia, en el que el Poder Ejecutivo concentrará enormes poderes, lo que, en la opinión de sus detractores, debilitaría los controles y la separación de poderes.

Pese al rechazo de la oposición, el mandatario turco equiparó los cambios propuestos, que constan de 18 enmiendas a la Carta Magna, con los objetivos de Mustafa Kemal Atatürk, el fundador de la moderna república laica.

«Con este cambio nuestro pueblo decidirá por un salto en su desarrollo. Tenemos que hacer una elección inusual para lograr el objetivo de Mustafa Kemal Ataturk de alcanzar a las civilizaciones contemporáneas», agregó el político islamista que buscó durante meses el voto de los 55 millones de turcos y de los 2,9 millones que viven el exterior, la mayoría en Europa.

Tanto el oficialista Partido Justicia y Desarrollo (AKP, islamista) como el derechista Movimiento de Acción Nacionalista (MHP) apoyaron esta reforma constitucional, mientras que la oposición socialdemócrata y la pro-kurda la rechazaron.

Las primeras horas del referéndum transcurrieron sin mayores incidentes y con largas colas para votar en numerosos colegios electorales, aunque la oposición denunció que sus observadores electorales tuvieron dificultades para desempañarse en varias regiones.

El diputado de Partido Democrático de los Pueblos (HDP), Ziya Pir, que se opone a las reformas, señaló a la agencia de noticias DPA que varios policías ordenaron la salida a los observadores de su partido y a los del principal grupo de la oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP) en un local electoral en la ciudad kurda de Diyarbakir, en el sur del país.

En tanto, la agencia de noticias DHA informó sobre la muerte de dos personas durante un incidente en la provincia de Diyarbakir, de mayoría kurda.

El enfrentamiento se produjo frente a un local de votación, donde varias personas chocaron con cuchillos y armas de fuego, con el saldo de dos muertos, un herido y uno de los supuestos participantes de la pelea detenido por la policía.

En Estambul, un grupo de unos 30 personas agredió al conocido periodista Ali Bayramoglu, que fue durante años cercano al gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP), pero avisó en la prensa progubernamental que votaría «No» en el referéndum.

La oposición y la misión de observación electoral de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) han criticado que el referendo se celebre bajo el estado de emergencia instaurado tras el fallido golpe del pasado julio, que recorta varios derechos fundamentales.

La purga tras el golpe ha llevado a 47.000 personas a prisión preventivas, la gran mayoría bajo la acusación de pertenecer a la red del clérigo exiliado Fethullah Gulen, a quien se acusa de instigar la asonada, y unos 134.000 empleados públicos han sido despedidos.

El resultado del referéndum influirá en las tensas relaciones de Turquía con la Unión Europea (UE) y Erdogan ha prometido en los mítines que de ganar el «Sí» marcará un «punto de inflexión» en los vínculos con el bloque comunitario.

Horas decisivas: millones de turcos votaron en un referéndum histórico